La mayoría de nosotros tenemos la desafortunada costumbre de poner la toalla en la puerta del horno. Sabías que no deberías hacerlo nunca?
Hay algunas costumbres que se transmiten de generación en generación, como la del paño de cocina en la puerta del horno. Extremadamente útil en la cocina, este trozo de tela se utiliza por muchas razones imaginables como secarse las manos y evitar quemarse cuando el horno está encendido. Sin embargo, esta es una acción que debe evitarse absolutamente. Descubre por qué y los problemas que causa este mal hábito.
Paños de cocina: accesorios de cocina imprescindibles
En una cocina, se pueden colocar los clásicos paños de cocina que se utilizan a menudo para limpiar los platos, lavarse las manos o poner algo directamente sobre ellos. En la mayoría de los casos, se dejan secar colgándolos de la puerta del horno. Sin embargo, casi nadie sabe que esto es una mala idea.
Es un gesto común realizado por todo el mundo. Sin embargo, fregar los platos y luego dejar el paño de cocina en la puerta del horno no es un gesto correcto aunque resulte práctico. Los expertos le instan a cambiar de hábitos.
No hace falta que pongas el paño de cocina usado en la puerta del horno
Dentro de una cocina, tiene paños de cocina dedicados a diferentes usos. Diversificar estos paños de cocina es muy inteligente para limitar y evitar cualquier riesgo de intoxicación alimentaria o proliferación bacteriana.
Al igual que la puerta del frigorífico y los muebles altos, los fabricantes no diseñaron la puerta del horno para este fin. Puede convertirse rápidamente en un caldo de cultivo de bacterias, porque a nadie se le ocurre lavarse las manos antes de abrirla y cerrarla.
Por esta razón, debe evitar a toda costa colocar el paño de cocina en la parte del horno con el asa para evitar que las bacterias proliferen permanentemente. Este es un punto importante para reducir las bacterias y conseguir un alto nivel de limpieza.
¿Cómo se mantiene limpio un paño de cocina?
Los paños de este tipo que se utilizan para secar la vajilla y las manos deben estar desinfectados y limpios en todo momento. Si los coloca en la puerta del horno, las bacterias encuentran su condición óptima para crecer gracias al calor y la humedad.
Lo primero que hay que hacer es nunca utilizar el asa como toallero. Acuérdate de colgarlos en un lugar seguro. Después, cámbialas todos los días y lávalas a 90º, añadiendo una cucharada de bicarbonato sódico para una acción directa en la eliminación de gérmenes.