Las flores naturales confieren un bello aspecto a cualquier interior cuando se colocan en un jarrón. Decoran los espacios con belleza y los perfuman con una fragancia radiante. Tanto si proceden de su jardín como si las compra en la floristería, tienen una desventaja común : no duran lo suficiente..
Para evitar que tus flores cortadas se marchiten en pocos días, puedes alargar su vida útil. Gracias a este inesperado secreto, podrás conservar las flores naturales durante más de un mes en lugar de unos pocos días.
Para conservar su belleza y frescura, las flores cortadas deben mimarse y cuidarse de la forma adecuada. Para ello, descubre cómo lo hacen los floristas para mantener tu ramo de flores fresco durante más tiempo de lo habitual.
¿Cuál es el secreto para prolongar la vida de las flores cortadas?
¿Sueña con conservar durante mucho tiempo el ramo de rosas que recibió como regalo de cumpleaños? Sólo tienes que seguir estos valiosos consejos de floristas experimentados.
Tallos de flores cortados
Con unas tijeras desinfectadas y afiladas, corte los tallos de las flores con un bisel de unos 2 cm. En efecto, este corte en ángulo permite que las flores absorban bien el agua. Recuerde que las hojas no deben entrar en contacto con el agua, sólo el tallo. Por consiguiente, elimine las hojas inferiores para evitar que se pudran.
Además, si observa hojas secas o flores marchitas, debe retirarlas inmediatamente. De lo contrario, pueden filtrar sustancias nocivas en el agua, lo que puede hacer que las flores se marchiten en plena floración.
Comprobar la calidad del agua de las flores
Después de despuntar las flores, colócalas en un jarrón lleno de agua fría a temperatura ambiente. Para ello, asegúrate de que el agua sólo cubra la mitad de los tallos. A continuación, disuelve un terrón de azúcar en el agua. Este truco funciona perfectamente para nutrir las flores, aportándoles todos los nutrientes que necesitan para mantenerse frescas durante mucho tiempo.
Para conservar las flores cortadas durante varias semanas, no olvide cambiar el agua cada dos días. Al cambiar el agua, también debes limpiar el jarrón para eliminar los restos de flores. Para ello, límpialo con una esponja suave humedecida con una solución de limón y bicarbonato sódico. Tras la limpieza, añade agua tibia y media pastilla de aspirina.