¿Buscas una forma rápida y sostenible de cultivar tomates cherry en casa? Este proyecto único y divertido te permite hacerlo. En aproximadamente una hora, puedes transformar botellas de plástico usadas en atractivas macetas colgantes que tendrán tomates frescos balanceándose suavemente junto a la puerta de tu casa durante todo el verano. ¿Listo para empezar? Manos a la obra.
Ilustración: Kavel Rafferty
Por qué deberías probar esto
- Rápido y fácil: Este proyecto no tiene complicaciones y puede completarse en menos de una hora.
- Eco-Friendly: Es una gran manera de reciclar y reutilizar las botellas de plástico usadas.
- Atractivo estético: Agrúpalas y conseguirás un conjunto visualmente agradable de macetas colgantes, especialmente si utilizas botellas de plástico verdes. Aunque cualquier color o diseño sirve.
Materiales necesarios:
- Botellas de plástico usadas (de 2 a 4 litros)
- Plantones de tomate cherry
- Cinta adhesiva
- Perforadora
- Cuchillo
- Cordel fuerte
- Tierra o compost
Guía paso a paso:
- Prepare la botella: En primer lugar, asegúrate de que tus botellas de plástico están limpias y sin etiquetas. Con un cuchillo, corta con cuidado la parte inferior de la botella.
- Alisar los bordes: El corte puede dejar bordes irregulares. Séllalos con cinta adhesiva. A continuación, haz cuatro agujeros uniformemente espaciados en la cinta (y a través de la botella), uno a cada lado.
- Planta el plantón: Pon la botella boca abajo. Ahora, inserte con cuidado su plántula de tomate cherry en la boca de la botella. Coloque suavemente la planta, asegurándose de que el cepellón quede extendido en el interior.
- Añade tierra: Llena la botella hasta tres cuartas partes con compost o tierra de buena calidad.
- Asegura con cordel: Enhebra tu cordel a través de los agujeros preperforados, asegurándote de que quede bien sujeto. Átalo bien.
- Elige el lugar adecuado: Cuelga tu nueva maceta en un lugar soleado. A los tomates cherry les sienta muy bien la luz del sol.
Recuerde: Sus tomates cherry colgantes necesitarán un riego constante. Revíselos con regularidad, asegurándose de que la tierra esté húmeda pero no encharcada.
En conclusión:
Este sencillo proyecto de bricolaje no sólo te garantiza tener tomates frescos al alcance de la mano durante todo el verano, sino que también es una prueba del potencial de los proyectos reciclados. Pruébalo y disfruta de los productos frescos de tu maceta reciclada.
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