l periodo de ciclamen es, para los amantes de las plantas, uno de los más bellos del año.
Los pétalos blancos, rojos o morados de esta planta decoran su follaje como dulces pinceladas pero… ¡no todo es siempre tan sencillo como parece!
Y eso es todo lo que hace falta para que tu propio ciclamen pierda sus hermosas flores y, por desgracia, a menudo incluso sus hojas comiencen inexorablemente a marchitarse. Pero poner remedio a esto es posible, ¡siempre que actúes a tiempo! Le aconsejamos ahora qué hacer.
Cambiar de lugar
La principal causa del marchitamiento del ciclamen es un problema relacionado con la temperatura. Muchas personas cometen el error de guardarlo en un lugar frío, pensando que la planta es resistente a las bajas temperaturas.
De hecho, el ciclamen prefiere temperaturas intermedias, entre 13 y 18 °C. Es precisamente a estas temperaturas cuando florece.
Por este motivo, evite tener esta planta en el exterior a partir de finales de otoño, cuando las temperaturas se mantienen bajas. Nuestro consejo es llevarla al interior, en una habitación que no esté calentada artificialmente.
Más agua
Otra causa del marchitamiento del ciclamen escasez de agua.
Ciertamente, en los meses fríos, el riego debe ser menos frecuente ya que la planta tiene una menor necesidad de hidratación. Sin embargo, el riego no debe interrumpirse por completo.
Nuestro consejo es comprobar siempre el estado de la tierra. Cuando la tierra parezca seca o totalmente seca, hay que regar la planta inmediatamente: ¡verás que el ciclamen se recupera en un abrir y cerrar de ojos!
Se puede regar según el método clásico, es decir, desde arriba, o por inmersión, es decir, sumergiendo el ciclamen con toda la maceta en una palangana o fregadero con 6-8 cm de agua y manteniéndolo allí durante unos 10 minutos: tiempo necesario para que la planta absorba el agua que necesita a través de los agujeros de drenaje del fondo de la maceta.
Si, además de querer que tu ciclamino florezca durante mucho tiempo, también quieres seguir los consejos de este vídeo:
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Darles más luz
Llegamos ahora a otra causa frecuente de marchitamiento del ciclamen: la poca luz.
Cuando tenemos esta planta en casa, a menudo la mantenemos demasiado lejos de las ventanas u otras fuentes de luz natural. En realidad, el ciclamen necesita una buena dosis diaria de luz natural indirecta.
Sin luz suficiente, las hojas de la planta se vuelven amarillas y se caen. Lo ideal es mantenerla en el alféizar de una ventana que no dé al este ni al oeste, o cuyo cristal esté cubierto por una cortina filtrante.
Si el ciclamen está marchito, colóquelo inmediatamente en un mejor lugar para que su follaje recupere su antiguo color verde intenso.
Eliminar las flores y hojas secas
Para facilitar la recuperación de un ciclamen withered, debe dar nuevo espacio a su follaje.
Por eso debe arrancar de la planta aquellas flores y hojas que no se hayan caído espontáneamente. Puede hacerlo simplemente arrancándolas con los dedos o incluso ayudándose con pequeñas tijeras de jardinería.
Recuerda que eliminar las hojas muertas también es una forma de limitar el riesgo de que se desarrollen enfermedades o infecciones en la planta.