Tener una planta basílica en casa siempre viene bien: esta planta caromática nos permite tener a mano sus fragantes hojas para enriquecer nuestros platos.
Además, es una planta muy fácil de mantener y cuidar.
Normalmente, se compra en el supermercado. Sin embargo, ocurre que ese plantón de albahaca que parecía tan verde y frondoso en el supermercado empieza a secarse al cabo de unos días en casa.
Por qué ocurre y cómo solucionarlo? Averigüémoslo juntos para tener una planta basílica siempre fresca y perfumada.
Las raíces son débiles
De hecho, algunos expertos afirman que los plantones de basílica supermercado se cultivan no tanto para que duren mucho como para que tengan buen aspecto.
Por eso, durante el cultivo, no se presta suficiente atención al desarrollo de sus raíces débiles.
Una solución consiste en fortalecer las raíces plantando el plantón en basílica tierra, en jardín, o en una maceta más grande.
De este modo, las raíces pueden expandirse y crecer más fuertes.
N.B:< no deje los plantones de albahaca en su plástico< frasco< de plástico oscuro< en el que se venden.
Choque medioambiental
Otra razón por la que la planta basílica tiende a morir cuando se lleva a casa puede ser un choque ambiental.
Después de pasar muchos días a la luz luz artificial, la plántula se encuentra a la luz luz natural y esto podría poner en peligro su salud.
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¿Cómo hacerlo? Sencillo: mantén la basílica basílica dentro de la casa, no lejos de la ventana.
Después, sólo al cabo de unos días, coloca el plantón en el exterior o directamente en el alféizar de la ventana.
La plántula tiene sed
A veces ocurre que, mientras está expuesta en el supermercado, la basílica plántula no recibe suficiente agua, y sólo cuando la llevamos a casa muestra las consecuencias.
Por lo tanto, es importante calmar la sed de la planta inmediatamente regándola un poco más durante los primeros días en casa.
Recuerda que el secreto está en comprobar el estado de la tierra: cuando esté seca, es hora de regar.
Deficiencia de fertilizantes
Pasar del pasillo del supermercado a su casa puede causar un debilitamiento general general de la planta.
Un truco para ayudar a la basílica a recuperarse es abonarla.
Tras colocarlo en una nueva maceta o tierra, puede abonarlo con un fertilizante o un fertilizante.
Lo ideal es elegir un abono líquido rico en nitrógeno.
Un fertilizante natural consiste en utilizar el agua de hervir de las verduras (obviamente el agua no debe haber sido salada).
Más secretos para mantener la albahaca en forma
Una vez que su basílica basílica se ha recuperado, aún necesita seguir cuidándola para mantener su estado de salud.
Precisamente por eso es esencial seguir unas cuantas simples reglas para que tu plantón viva mucho tiempo.
Humedecer las hojas
En los meses de verano, cuando aumentan las temperaturas y el bochorno, pulverice un poco de agua sobre las hojas con un vaporizador.
Este truco ayudará a mantener la basílica fresca.
Cuidado con la luz directa
Nunca exponga la basílica a la luz directa del sol. Prefiera siempre colocarla en un lugar muy brillante, pero no demasiado.
La luz directa, de hecho, puede quemar los folletos.
Quitar las flores
Con temperaturas muy altas y cuando está en buen salud, la basílica tiende a florecer, produciendo inflorescencias blancas.
Aunque estas flores son bonitas, deben eliminarse.
La planta, de hecho, utiliza energía para mantener vivas las inflorescencias, debilitándolas enormemente.
¿Plantas en casa y en el jardín? Cómo cuidarlas
Si, además de albahaca, ha decidido cultivar otras plantas plantas aromáticas y plantas ornamentales.