Meter clavos oxidados en una botella de PET merece la pena. El agua llena de hierro beneficioso es el elixir de la vida para todas las plantas.

Los áticos viejos o las casas con jardín están llenos de tesoros de este tipo. Clavos oxidados, tuercas, pernos, tornillos y similares suelen ser bienes sobrantes más que escasos. Dado el coste del material nuevo, salvo contadas excepciones, no merece la pena cortarlos, pero eso no significa que deban tirarse. De hecho, pueden ayudarte de una forma poco habitual. ¿Tienes plantas de interior o de acuario en casa? Pues siga leyendo.

Agua llena de hierro beneficioso.

Coge una botella de plástico normal y llénala de agua. A continuación, pon los clavos dentro. Si la botella tiene una capacidad de medio litro, seis clavos oxidados serán suficientes. Para otros volúmenes, aumenta la cantidad en consecuencia. Deja los clavos en infusión durante unos días,  agitándolos de vez en cuando. Una vez que el agua haya adquirido un color marrón oscuro, utilice el licor de clavo como cobertura. Basta con rociar ligeramente la tierra dos veces al mes.https://assets.pinterest.com/ext/embed.html?id=64528207152393000

Fertilización con hierro para plantas de acuario.

Este truco no es tan nuevo como parece. De hecho, ya lo utilizaban los acuaristas antiguamente. Solían recomendar enterrar en el fondo del acuario unos cuantos clavos viejos y oxidados (desafilados convenientemente para la seguridad de los peces, por supuesto). El hierro que sale de ellos nutre luego a las plantas, haciéndolas más grandes, sanas y hermosas. Hoy en día, los fertilizantes comerciales suelen solucionar esta deficiencia, pero si no quiere depender de productos químicos en su acuario, puede probar con clavos.

Fecundación eficaz con cáscaras de huevo.

Sin embargo, el hierro no siempre es el principal problema de las plantas de aspecto poco saludable. Más bien suele ser el calcio el que entra en juego. Si nuestro follaje de interior o de jardín carece de él, tiene un aspecto poco saludable y el color es muy reacio. Sin embargo, las cáscaras de huevo pueden ayudar en este sentido. Media cucharadita de las molidas contiene entre 1 000 y 1 500 miligramos de calcio, que, por cierto, es aproximadamente el 90 % de la cantidad diaria recomendada para los seres humanos, pero este calcio nos resulta más difícil de utilizar.

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¿Y cómo preparar fácilmente compost de cáscaras para las plantas? Solo necesitas una batidora y unas cuantas cáscaras de huevo.

  • Secar bien las cáscaras y molerlas o triturarlas hasta obtener un polvo fino.
  • Mézclelos con tierra y hágalos penetrar en las raíces de las plantas.
  • Una planta necesita entre una y dos cucharaditas (dependiendo de su crecimiento).

Cómo usar una bolsita de té.

Pero también puedes utilizar otros residuos de cocina para nutrir tus plantas: las bolsas de té lixiviadas. Las hojas de té contienen taninos y otros nutrientes que son, entre otras cosas, eficaces fertilizantes naturales para el suelo. Si tienes bolsitas de té naturales, puedes enterrarlas en el suelo, se descompondrán solas. Sin embargo, tendrás que vaciar antes las de té de las artificiales para estar seguro. Las rosas o los geranios, por ejemplo, se benefician mucho de este abono.

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Posos de café como abono

Los posos de café también son un residuo de cocina de probada eficacia para abonar las plantas. Contienen varios nutrientes esenciales en abundancia: nitrógeno, potasio y fósforo. Estos se liberan gradualmente, por lo que puede ser especialmente recomendable como mantillo. Basta con espolvorear los posos de café en una fina capa sobre la superficie del arriate o la maceta y regar abundantemente. ¿Quiere otra ventaja? Añadir posos de café también atraerá a las lombrices de tierra. Y eso es sin duda algo bueno.

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