Poner una bolsa de plástico en la escoba resolverá un problema durante nuestra limpieza. He aquí cuál.
Nuestro hogar es el lugar que tendemos a mantener lo más ordenado posible debido a que pasamos mucho tiempo en él y hemos hecho sacrificios para poder vivir en él de forma impecable.
Por eso solemos dedicarnos, al menos una vez a la semana, a lavar las superficies y antes de hacerlo debemos eliminar todo el exceso de polvo y restos que puedan depositarse en ellas.
ESCOBA: EL MÉTODO DE LA BOLSA
Una de las superficies que más se ensucia es el suelo. Éste debe tratarse en función de su conformación, ya que algunos suelos son de parqué o madera y deben lavarse con determinados productos.
Otros, en cambio, comúnmente de granito o mármol, pueden lavarse con productos comerciales o ingredientes naturales para garantizar el brillo.
Entre ellos están la sal y el bicarbonato de sodio, que combinados con agua caliente proporcionan un efecto quitamanchas sin precedentes y pueden hacer que el suelo brille durante mucho tiempo incluso después de una sola pasada.
Sin embargo, esto puede no ser útil para las vías de escape, es decir, las líneas entre una baldosa y otra, por lo que para eliminar la suciedad de éstas hay que recurrir a otros métodos y, sobre todo, a productos diseñados para este fin.
Estas vías de evacuación se ensucian por la acumulación de pelo y polvo que se acumula con el tiempo. De hecho, en nuestros suelos no sólo hay restos de comida o polvo, sino también pelos y cabellos que pueden haberse caído de nuestro cuerpo.
La situación se complica si tenemos mascotas, ya que sueltan pelo y a veces, sobre todo en el caso de los gatos, trozos de la caja de arena o, en el caso de los perros, elementos del exterior.
Cómo proceder
Por ello, antes de fregar el suelo, es aconsejable pasar la aspiradora para que todo se elimine, pero si no disponemos de este electrodoméstico, basta con barrerlo con una escoba.
Muchas veces, sin embargo, esto no consigue capturar toda la suciedad y de hecho ésta queda atrapada en las cerdas y es aquí donde entra en juego la bolsa de plástico que solucionará este problema tan molesto.
Basta con coger una bolsa y atarla sobre la parte donde están las cerdas de la escoba, y después de barrer el suelo con normalidad, veremos que la suciedad no habrá quedado atrapada en la escoba y todo habrá quedado por un lado en orden.
Así, podremos coger nuestro recogedor y barrer todos los restos de nuestro suelo para después lavarlo e higienizarlo. Al quitar la bolsa de la escoba, veremos como no tendrá ni polvo ni nada en su interior.
Este método ha sido utilizado por muchas amas de casa que lo transmiten a los blogs ya que soluciona el problema que a todos nos ocurre cuando utilizamos una escoba normal de cerdas.