PARA CULTIVAR TODO EL AÑO, PRUEBE CON UN INVERNADERO SUBTERRÁNEO: ¿Cómo se construye un invernadero subterráneo?

Introducción

Imagínese disfrutar de hortalizas o flores frescas todo el año, haga frío o calor fuera. Puede parecer un sueño, pero con un invernadero subterráneo es totalmente posible. Un invernadero subterráneo, también conocido como «walipini» o «invernadero de foso», permite cultivar incluso en los inviernos más duros. Estos invernaderos de diseño ingenioso aprovechan el calor natural de la tierra y ofrecen una forma ecológica de ampliar el periodo vegetativo. Exploremos cómo puedes construir tu propio invernadero subterráneo y disfrutar de la jardinería durante todo el año.

¿Qué es un invernadero subterráneo?

Un invernadero subterráneo es un tipo de invernadero que se construye parcial o totalmente por debajo del nivel del suelo. Esto le permite aprovechar las propiedades aislantes naturales de la tierra. A diferencia de los invernaderos tradicionales, cuya calefacción en invierno puede resultar cara, un invernadero subterráneo se mantiene más caliente gracias a las temperaturas estables bajo la superficie terrestre. Este concepto tiene sus raíces en las civilizaciones antiguas, sobre todo en regiones frías como los Andes, donde se utilizaban métodos subterráneos para cultivar durante todo el año.

Ventajas de un invernadero subterráneo

Estabilidad térmica

Una de las principales ventajas de un invernadero subterráneo es su capacidad para mantener una temperatura estable. Mientras que las temperaturas exteriores pueden fluctuar mucho, el suelo se mantiene relativamente constante, normalmente en torno a los 10 °C (50 °F) según la región. Esta temperatura constante crea un entorno más estable para que las plantas prosperen, incluso durante los meses más fríos.

Protección contra los elementos

Los invernaderos subterráneos están menos expuestos a las inclemencias del tiempo, como vientos fuertes, nieve copiosa o granizo. Esto no sólo reduce el riesgo de daños a su invernadero, sino que también proporciona un entorno más controlado para sus plantas. La estructura está protegida de forma natural de las inclemencias meteorológicas sobre el suelo, lo que garantiza que sus plantas estén a salvo de cambios repentinos.

Temporada de cultivo ampliada

Con un invernadero subterráneo, puede cultivar mucho más allá de la temporada de cultivo tradicional. Incluso cuando el suelo exterior esté helado, el interior de su invernadero subterráneo se mantendrá lo suficientemente caliente como para albergar vida vegetal, lo que le permitirá cultivar cosechas en invierno y disfrutar de productos frescos durante todo el año.

Eficiencia energética

Como los invernaderos subterráneos están aislados naturalmente por la tierra, necesitan mucha menos energía para mantener una temperatura óptima. Esto puede suponer un importante ahorro en costes de calefacción, especialmente durante los meses de invierno, cuando los invernaderos tradicionales necesitan calor artificial para proteger las plantas.

Elegir la ubicación adecuada

Exposición al sol

El éxito de su invernadero subterráneo depende en gran medida de la elección de la ubicación adecuada. Lo ideal es que esté orientado hacia el sur en el hemisferio norte o hacia el norte en el hemisferio sur. Esto maximizará la cantidad de luz que reciben tus plantas, especialmente durante los meses de invierno, cuando la luz solar escasea.

Drenaje del agua

Un buen drenaje es esencial para un invernadero subterráneo. Sin un drenaje adecuado, el agua puede acumularse en la base y provocar el encharcamiento de las plantas y daños estructurales. Asegúrate de que el terreno que elijas tenga una pendiente natural o instala un sistema de drenaje para que el agua no entre en el invernadero.

Accesibilidad

Elija un lugar de fácil acceso durante todo el año. Querrás poder visitar tu invernadero con frecuencia para cuidar de tus plantas, incluso con mal tiempo, así que asegúrate de que los caminos al invernadero estén despejados y sean manejables.

Pasos para construir un invernadero subterráneo

Excavación

El primer paso para construir un invernadero subterráneo es la excavación. Tendrás que cavar una fosa de unos 2,5 a 3 metros de profundidad para aprovechar al máximo las propiedades aislantes de la tierra. Cuanto más profundo, más estable será la temperatura dentro del invernadero.

Construir los muros

Una vez excavada la fosa, es hora de construir las paredes. Las paredes deben ser lo bastante resistentes para soportar la presión de la tierra circundante. Materiales como ladrillos, piedras o sacos de tierra son ideales para este fin. También es buena idea aislar la pared orientada al norte para retener el máximo calor posible.

Opciones de tejado

Para el tejado, querrá utilizar un material que permita la entrada de la luz solar pero que también proteja de los elementos. Los paneles de plástico resistente a los rayos UV o de policarbonato son opciones excelentes. El tejado debe estar inclinado para facilitar la evacuación del agua de lluvia.

Suelo

Para el suelo, la grava es una gran opción, ya que proporciona un excelente drenaje. Sin embargo, si lo prefieres, puedes dejar el suelo como tierra natural, lo que te permite plantar directamente en el suelo.

Ventilación

Una buena ventilación es fundamental para mantener un entorno saludable para sus plantas. Asegúrese de instalar rejillas de ventilación que permitan expulsar el aire caliente cuando sea necesario. Además, tener puertas en ambos extremos del invernadero puede mejorar el flujo de aire y evitar el sobrecalentamiento.

Consideraciones sobre la masa térmica

Barriles de agua para estabilizar la temperatura

Para estabilizar aún más la temperatura dentro de tu invernadero subterráneo, considera la posibilidad de colocar barriles de agua a lo largo de las paredes. El agua actúa como masa térmica, absorbiendo calor durante el día y liberándolo por la noche, lo que ayuda a mantener la temperatura constante.

Diseño del interior del invernadero

Lechos elevados

Los bancales elevados son un gran complemento para cualquier invernadero, pero resultan especialmente útiles en los subterráneos. Al elevar el suelo, se evita el encharcamiento, un problema habitual en los entornos subterráneos.

Superficies reflectantes

Para maximizar la cantidad de luz dentro de tu invernadero, considera la posibilidad de colocar superficies reflectantes en las paredes. Materiales como el papel de aluminio o los paneles pintados de blanco pueden ayudar a rebotar la luz solar por todo el espacio, garantizando que todas tus plantas reciban la luz adecuada.

Mantenimiento del invernadero subterráneo

Control de la temperatura y la humedad

Mantener los niveles adecuados de temperatura y humedad es clave para el éxito de su invernadero. Supervise regularmente las condiciones del interior y realice los ajustes necesarios, como abrir los conductos de ventilación para liberar el exceso de calor o utilizar un termostato para mantener temperaturas constantes.

Control de plagas

Como en cualquier otro invernadero, hay que vigilar las plagas. Las inspecciones periódicas pueden ayudarte a detectar los problemas a tiempo. Utiliza métodos naturales de control de plagas, como la siembra asociada o la introducción de insectos beneficiosos, para mantener a raya las plagas dañinas.

Riego

Preste atención al programa de riego, sobre todo en los invernaderos subterráneos. A veces, el entorno cerrado puede atrapar la humedad y provocar condiciones demasiado húmedas. Ajuste su rutina de riego en función de los niveles de humedad.

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