¡Se acabaron los desperdicios si almacenas tu leche de esta manera! Durará más.

La leche es un alimento que puede estropearse rápidamente si no sabes cómo conservarla. Entre la temperatura ambiente y la baja temperatura, estás totalmente perdido.

Afortunadamente, existen consejos a prueba de tontos para poder conservar adecuadamente este alimento perecedero. Voy a compartir contigo uno de ellos que seguro que te gustará. Será una ayuda inestimable para tener leche fresca que se pueda consumir durante más tiempo incluso después de abierta.

La leche es un ingrediente básico en repostería, salsas y chocolate caliente. A menudo se encuentra en la despensa, ya que muchas personas la consumen a diario.

Después de hacer la compra, tienes que conservar la lata de leche a temperatura ambiente. Más tarde, una vez que la hayas abierto y aún quede algo en el envase, es cuando necesitas mantener la leche fría. En este punto, tienes que elegir el lugar adecuado en tu frigorífico.

Al igual que los huevos, no debes guardar la leche en la puerta del frigorífico. Lo ideal es colocar la botella de leche en el rincón más frío, que es la parte superior del frigorífico. Además, evita poner la leche cerca de alimentos con olores fuertes, ya que esto puede afectar a su sabor.

¿Cómo puede conservarse la leche durante más tiempo una vez abierta?

Conservar la leche no es tarea fácil. A menudo, tiras una lata de leche porque ya no se puede beber al cabo de unos días. Para evitar el desperdicio de alimentos, existen grandes consejos que merecen ser conocidos por los beneficios que pueden aportarte en tu día a día. Tal es el caso de este método que te ayuda a conservar la leche durante el mayor tiempo posible.

¿Qué es? Después de abrirla, añade una pizca de sal a tu leche. De esta forma, podrás conservar su frescura el doble de tiempo. Y ten por seguro que tu leche no se volverá salada.

¿Qué papel desempeña la sal?

La sal es un ingrediente perfecto para combatir microbios y bacterias. Además, tiene la capacidad de absorber el exceso de humedad de muchos alimentos como el pescado o la carne. Como resultado, pueden conservarse durante mucho tiempo.

Si lo utiliza para la leche, no dejará su sabor salado en la comida. Simplemente garantiza una buena conservación de la leche para evitar su desperdicio.

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