Cuando llega el invierno, también lo hacen los problemas de humedad. En poco tiempo, puedes encontrarte con este problema por toda la casa.
Y por una buena razón, el calor generado por la calefacción entra en contacto con el frío del interior.
Esto se manifiesta cuando te duchas. Cuando dejas correr el agua caliente,el espejo y los azulejos se ven invadidos por los vapores debidos a la humedad.
Para acabar con este inconveniente, comparto unos cuantos consejos de abuela que te vendrán muy bien en el día a día.
El truco de la sal

La sal no es sólo un ingrediente valioso en la cocina. Puede acudir a tu rescate para limpiar toda la casa.
Para eliminar la humedad del cuarto de baño, necesita sal gorda. Este producto cuenta con formidables propiedades absorbentes para acabar con todo rastro de humedad. ¿Cómo utilizarla para obtener resultados impecables?
Coge un tarro o recipiente de cristal de tu elección y llénalo de sal gruesa. Colócalo en el cuarto de baño antes de entrar en la ducha.
Una vez terminada la ducha, no tendrás el espejo empañado porque la sal lo ha neutralizado todo.
También puedes parfumar el baño con la sal. Para ello, añade 4 ó 5 gotas del aceite esencial que prefieras al frasco de sal y remueve. Se esparcirá una agradable fragancia en la habitación.
El método del arroz
El arroz también es un ingrediente extraordinariamente eficaz para deshacerse de la humedad. Por eso muchas personas recomiendan meter un dispositivo electrónico mojado en una bolsa de arroz.
Para su cuarto de baño, ponga una bolsa llena de arroz cerca de la ducha antes de lavarse. Absorberá la humedad circundante.
No olvides sustituir el arroz a los pocos días de que se humedezca por completo.
Un bol de bicarbonato sódico
Debido a su naturaleza versátil y múltiples usos, el bicarbonato de sodio es un producto muy útil en el hogar. Se puede utilizar en casi todas las habitaciones de la casa, incluso en los electrodomésticos.
Pero poca gente sabe que es el producto perfecto para eliminar el exceso de humedad.
Para ello, pon el polvo blanco en un cuenco pequeño y colócalo en un rincón de tu cuarto de baño. Eliminará el vaho blanco que invade tu espejo y tu ducha.