¿Cómo cuidar mejor nuestra planta aromática por excelencia? El equivalente a una cucharada sopera de un ingrediente natural fácil de encontrar puede ayudarnos a mantener la albahaca sana y exuberante durante años.
La cultura italiana es una de las más bellas y ricas del mundo, especialmente en lo que se refiere al arte culinario. Es bien sabido, a estas alturas, cuánto ama y aprecia nuestra cocina la gente de todo el mundo. El mérito de esta maravillosa reputación, además de las sabrosas recetas típicas de cada región, es también y sobre todo las materias primas que utilizamos, todas ellas de excelente calidad y con un sabor único que las distingue.
Las especias y aromas, cuando se trata de cocina italiana, también desempeñan un papel importante, tanto para aromatizar como para adornar nuestros platos. De hecho, el tomillo, el romero y el perejil son sólo algunas de las hierbas que hacen que cada plato sea único. Sin embargo, el aroma que más expresa la esencia del estilo italiano en la mesa es sólo uno: el basilico. Ya sea cocida; cruda; colocada sobre una pizza; sobre un plato de espaguetis o entre las capas de una parmigiana, la albahaca tiene un sabor inimitable, por eso nunca puede faltar en nuestros hogares.
La mejor forma de tenerla a mano es comprar una plantita y tenerla en la terraza o en el jardín, pero no es raro que de repente se seque y muera. En realidad, para evitar que esto ocurra, existe un método fácil y natural que todos podemos poner en práctica. ¿Qué necesitamos? Un solo ingrediente. ¿Cuál? Averigüémoslo juntos.
Albahaca: cómo hacerla sana y exuberante
Disponer de todo lo que necesitamos es indispensable a la hora de cocinar, y precisamente por eso sería útil tener una planta para cada tipo de hierba aromática. También se pueden tener en la terraza, no hace falta tener jardín, y una que no puede faltar es la albahaca.
Como todas las cosas, esta pequeña planta también necesita cuidados para mantenerse sana, bonita y frondosa con el paso del tiempo. Hacerlo no es difícil, todo lo que necesitamos son unos granos de café. No todo el mundo sabe que esta sustancia contiene una gran cantidad de nitrógeno, un elemento perfecto para abonar las plantas. Este método consiste en utilizar aproximadamente una cucharada de posos de café y desmenuzarlos sobre la tierra de la planta de albahaca antes de regarla. Sencillo, pero eficaz.
Pequeñas precauciones
Utilizar posos de café para abonar nuestra planta de albahaca hará que se mantenga próspera durante años. Pero también hay otros pequeños trucos que, puestos en práctica, pueden marcar la diferencia. En primer lugar, nada más comprar la planta, conviene quitarle no sólo el envoltorio de plástico, sino también las hojas y ramas secas.
En este punto, es muy importante decidir dónde colocar la planta. La albahaca necesita luz solar para crecer bien, por eso se puede tener en la terraza. El calor excesivo, sin embargo, puede dañarla. Por eso, en primavera, procura que la temperatura a la que la expongas no baje de los 15 °C, y que en verano no supere los 30 °C.
Por último, es muy importante asegurarse de que no haya exceso de agua en el platillo después de regar. Su presencia podría hacer que se pudrieran las raíces de la planta.