Todos nosotros no podemos prescindir de un electrodoméstico que nos ayude a limpiar nuestra ropa, hablamos de la lavadora que hace que nuestra colada quede limpia y perfumada.
Todos los días, o casi todos, utilizamos este electrodoméstico, pero la mayoría de las veces no nos molestamos en ponerlo en funcionamiento y cuidarlo como es debido por las prisas de la rutina diaria.
El óxido, cómo se forma en la lavadora
Por ello, con el paso del tiempo, nuestra lavadora puede presentar graves problemas como la cal y el óxido, y si no somos conscientes de ello, la lavadora puede deteriorarse.
Estos problemas se producen por ciertos trucos que no tomamos, como mantener abierto el tambor de nuestra lavadora después del lavado. Esto solucionará muchos problemas.
Mantenerla abierta, de hecho, eliminará las gotas de agua que hayan quedado después de poner en marcha nuestra lavadora y evitará la formación de condensación y humedad en el interior de la máquina, que tiende a formar óxido y malos olores.
Además, también debemos revisar el cajón del detergente con frecuencia y ver si tiende a derramar agua en exceso tanto dentro como sobre todo fuera de nuestra lavadora y nunca tocar el electrodoméstico con las manos mojadas.
La formación de óxido podría, además de dañar nuestra colada, suponer un peligro para nosotros y para la propia lavadora, que podría dejar de funcionar como antes e incrustarse.
Pero existe una solución para eliminar de una vez por todas los restos de óxido del aparato en cuestión, y consiste en utilizar elementos sencillos y fáciles de conseguir.
En primer lugar, antes de proceder, es necesario ponerse un par de guantes, preferiblemente de goma, y una mascarilla que nos proteja de la operación que vamos a realizar posteriormente.
Óxido en la lavadora: el método para eliminarlo
Después de ponerse guantes y mascarilla, retire el cepillo del aparato y rasque las partes llenas de óxido con una esponja de cerdas de acero hasta que en lugar de óxido aparezca el color metálico.
A continuación, con una esponja abrasiva para metales elimine todos los residuos restantes y el óxido persistente y limpie bien la zona con un paño, preferiblemente de microfibra por su textura suave.
Después de dejar secar todo durante cinco minutos, con cuidado de no dejar restos de agua, aplica la pintura con spray y deja secar hasta que se unifique con el resto de la lavadora.
De esta forma, tendremos nuestro electrodoméstico como nuevo y el óxido sólo será un recuerdo lejano ya que ha sido eliminado y las partes en las que se encontraba han sido repintadas gracias al spray.
La lavadora sin embargo, también hay que limpiarla por dentro, y para hacerlo ahorrando tiempo podemos utilizar vinagre de vino blanco que además de desprender un agradable olor tiende a desinfectar nuestro electrodoméstico.
Gracias a su acción antibacteriana y antimicrobiana, tiende a eliminar todos los gusanos lavadoras gérmenes y bacterias de nuestra lavadora y previene la formación de moho y óxido que podría surgir por mantenerla cerrada después del lavado.
El filtro de nuestra lavadora también debe lavarse, éste debe colocarse bajo el grifo y las partes difíciles de alcanzar simplemente armadas con un cepillo mientras que la bandeja del detergente puede lavarse desmontándola y utilizando una esponja para platos.
De esta forma, tendremos una lavadora siempre a punto e impecable, que perdurará en el tiempo sin tener signos de deterioro u óxido sino luciendo como nueva aunque la hayamos comprado hace unos años.