Colores fuertes pero en una composición tan delicada que esta planta es considerada la reina de las plantas de balcón: hablamos, por supuesto, del Geranium.
Esta planta se asocia a menudo con los bellos balcones parisinos de los que una de sus variedades toma el nombre. Pero es mucho más que una planta decorativa: para muchos, el Geranium es la planta de flor por excelencia, cultivable incluso por aquellos que son principiantes en el mundo de los pulgares verdes.
Una vez pasados los principales meses de verano, en septiembre, esta planta puede seguir manteniendo su floración que puede durar hasta finales de otoño. Veamos qué podemos hacer para ayudarla.
Seguir abonando
Mucha gente cree que, una vez pasado el mes de agosto, la fertilización de los geranios debe suspenderse: ¡no es así en absoluto!
Los viveristas recomiendan abonar esta planta desde principios de primavera y hasta principios de otoño (de hecho, hasta finales septiembre o principios octubre).
El mejor abono es un abono específico para plantas de flor basado principalmente en nitrógeno, potasio y fósforo. En realidad, sin embargo, también puede utilizar algunos abonos naturales.
¿Un ejemplo? Basta con espolvorear unos posos de café polvo de café molido en la tierra de la base de la planta cada 2-3 semanas para darle una buena dosis de nitrógeno. El resultado es una planta más fuerte y una floración más larga y abundante.
Protección contra las fluctuaciones de temperatura
Septiembre, por desgracia, es el mes en el que normalmente las temperaturas empiezan a bajar. A menudo, ocurre que durante el día las temperaturas siguen siendo muy altas, mientras que por la noche pueden bajar incluso bruscamente.
Nuestro consejo es evitar estas oscilaciones de temperatura que pueden causar un shock a la planta y provocar que sus flores caigan repentinamente . Si por la noche nota que hace mucho más frío, tal vez pueda introducir el geranio en el interior.
Cuando la temperatura se estabilice, recuerda que puedes mantener el geranio al aire libre. Con la llegada del frío, sin embargo, sus floraciones se detendrán y la planta sólo conservará sus hermosas hojas.
Protegerse del viento
Otra característica de septiembre es la aparición, en ocasiones, de mal tiempo de final de verano en el que hay vientos muy fuertes.
¡Ah, se me olvidaba! ¡Si te gustan estos Consejos Naturales te los puedo enviar todos los días directamente por WHATSAPP!;¡Suscríbete a mi Canal! Te estaré esperando!
Por desgracia, las fuertes rachas de viento pueden arrancar las ramas las ramas más leñosas de nuestros geranios o provocar la caída de sus flores, interrumpiendo así la floración.
Lo importante, por tanto, es proteger del viento. Para ello, puede simplemente mover la planta a un lugar más resguardado o cubrirla con una tela protectora transpirable.
Riegue un poco menos
Llegamos ahora a uno de los puntos dolorosos de cultivar un geranio: su riego.
Como mucha gente ya sabe, durante los meses de verano de junio a agosto, el geranio debe regarse con más frecuencia, ya que necesita más agua. En septiembre, debe ajustar el riego a la temperatura, reduciéndolo así gradualmente.
En la práctica, puedes regularte tocando la tierra en la base de la planta: cuando esté seca, incluso en profundidad, es el momento de regar. Si, por el contrario, aún está húmeda, espera un poco más antes de regar.
Regar en las cantidades adecuadas es uno de los principales secretos para mantener la planta llena de flores ¡incluso este mes!