Chiunque ami le piante, prima o poi finirà per adottare un’Orchidea!
a planta, cuya variedad más común es la Phalaenopsis y que también puede encontrarse en el supermercado, es fácilmente reconocible por sus flores únicas, de aspecto hechizante.
Desgraciadamente, el calor intenso puede estresar su orquídea, debilitándola y, en casos graves, haciendo que se seque. Veamos cómo reconocer cuándo ocurre esto y qué hacer.
Síntomas
Comenzamos descubriendo los síntomas que nos indican que nuestra planta está sufriendo demasiado calor.
Flores blandas
Sin duda, uno de los primeros síntomas provocados por las altas temperaturas es la floración de las flores.
Suelen tener un aspecto delicado pero vigoroso al mismo tiempo. Sin embargo, cuando hace calor, pueden parecer caídas caídas flácidas como si acabaran de mojarse y les pesara el agua.
Manchas en las hojas
También es muy común la aparición de manchas en las hojas. Suelen ser manchas con forma irregular y color amarillo-marrón. A veces aparecen cuando, además de la temperatura excesiva, el sol es muy intenso.
En raras ocasiones, pueden aparecer manchas también en los pétalos.
Tallo arrugado
No es infrecuente que el tallo floral también se vea afectado por el mucho calor. En tales casos, tiende a volverse más oscuro y seco, leñoso y de aspecto poco saludable.
No olvides que el tallo floral es aquel tallo que parte de la base de la planta y crece hacia arriba, sobre el que florecen las flores.
Qué hacer
Veamos ahora qué hacer si aparecen uno o varios de los síntomas que acabamos de ver.
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Más agua
Entre las diversas cosas que puedes hacer para que tu orquídea se sienta mejor, está sin duda el regarse más.
A medida que suben las temperaturas, la orquídea necesita cada vez más agua. Puede regar desde arriba o incluso desde abajo, colocando la planta con toda la maceta en una cuenca con unos centímetros de agua durante unos 10 minutos. A través de los agujeros de drenaje del fondo de la maceta, la planta absorberá toda el agua que necesite.
Trasladarse a un lugar fresco
Otro pequeño pero útil remedio es trasladar la planta a un lugar más fresco. Tenga en cuenta que la orquídea está acostumbrada a una temperatura de entre 18 y 28 °C.
Si las temperaturas suben por encima de los 30 °C ¡puede sufrir de verdad! Trasládela a un lugar más fresco, quizás a una veranda, a una habitación bien ventilada o, pero sólo si no hay demasiada luz, incluso al aire libre.
Recuerde que la orquídea no debe nunca estar bajo la luz directa del sol.
Fertilizar
Fertilizar su orquídea es una forma no sólo de aumentar la extensión de su floración, sino también de reforzarla, dándole toda la energía que necesita para soportar la calurosa estación estival.
La fertilización debe comenzar en primavera y continuar hasta el otoño. Puede utilizar un producto específico a base denitrógeno,fósforo y potasio, pero también algunosabonos naturales que puede que ya tenga en casa, ¡aunque no lo sepa!
Después de preparar una buena taza de café, puede recuperar los polvos molidos de la cafetera moka, desmenuzarlos en las manos y esparcirlos por la tierra de las orquídeas. Como están llenos de nitrógeno, ¡darán energía a tu planta!