Un aroma fresco e inconfundible que recuerda al verano y… ¡a la buena comida! La Basílica es quizás la planta aromática más famosa y extendida que existe.
Su fama depende de sus hojas, de aspecto algo arrugado, de color verde intenso y del irresistible aroma. Cultivar una de estas plántulas, en resumen, es casi una obligación para cualquiera a quien le guste complementar sus platos con una o dos hojas perfumadas.
Pero esta planta, cuando goza de buena salud, también produce inflorescencias inflorescencias en forma de espiga, finas y de color claro, que se pueden utilizar ¡de diferentes maneras! Veamos cómo.
Enriquecer sus platos
Sí, lo son: además de las hojas, las flores de la basílica también son comestibles. Antes de utilizarlas, sin embargo, debe secarlas.
Una vez que hayas desprendido las flores de tu plántula de albahaca, puedes colocarlas en un frasco de cristal para mantenerlas en el alféizar de la ventana expuestas a la luz solar directa.
También puedes colocar las flores sobre un paño (preferiblemente atado a una base pesada para evitar que el viento se las lleve) y ponerlas al sol en tu balcón durante 24-48 horas. Cuando hace calor, suele ser tiempo suficiente para que las inflorescencias de la albahaca se sequen.
Las flores secas de albahaca se pueden picar y conservar para utilizarlas en la cocina: a diferencia de las hojas secas, que no conservan su aroma, las flores mantienen sus notas aromáticas durante mucho tiempo, lo que las convierte en un buen aliado para condimentar los platos.
Es importante guardarlos en un frasco cerrado para que el aroma no se disipe.
Vinagre aromatizante
Otro uso de las flores de albahaca en la cocina es utilizarlas para aromatizar el vinagre.
Todo lo que tienes que hacer es dejar las flores secas y minuidas, albahaca en infusión en vinagre durante al menos una semana. A continuación, filtrar el compuesto, desechando las flores y conservando sólo la parte líquida.
Tu vinagre estará ahora aromatizado con albahaca.
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Tener un nuevo plantón
En realidad, las flores de albahaca también pueden utilizarse para multiplicar tu plantón. En este caso, el consejo es dejarlas secar en la planta, tras lo cual podrás cosecharlas cortándolas por la base.
Ahora, frótalas suavemente entre tus manos y verás caer diminutas semillas. Puedes recogerlas y enterrarlas en una tierra blanda mezclada con arena para mantenerlas húmedas y colocarlas a la luz solar directa. Lo ideal es mantenerla al aire libre en primavera overano, en un lugariluminado y donde las temperaturas sean superiores a 20 °C.
Al cabo de unas semanas, si tienes suerte, verás brotar una nueva plántula.
N.B.:< Debido a que no todas las semillas germinan, le recomendamos que plante más de ellas en una sola maceta.
Perfumar el medio ambiente
Otro método imaginativo y útil de utilizar las flores de tu planta basílica es crear un pequeño perfumador de ambiente.
¡Hacerlo es muy sencillo! En primer lugar, hay que secar las flores como ya hemos visto. A continuación, una vez que las flores estén secas y quebradizas al tacto, trocéalas y colócalas en bolsas de tela para cerrarlas en la parte superior con una cinta, un poco como se suele hacer con flores de lavanda uotras flores u hojas.
Coloque las bolsitas de flores de basílica por toda la casa y… ¡voilá! El profume pronto llenará todas las habitaciones. También tiende a mantener alejados a los mosquitos.
Recuerde, sin embargo, que el efecto no es infinito y, al cabo de unos días o semanas como máximo, tendrá que tirar el contenido de las bolsas, que habrá perdido todo aroma.