En la cocina tenemos una gran variedad de ingredientes que pueden resultar aliados insospechados a la hora de limpiar el hogar: el bicarbonato, el vinagre, la sal gorda o incluso el zumo de limón son los productos más eficaces para limpiar con éxito. Sin embargo, nadie ha pensado que productos corporales como el champú, el acondicionador o las cremas también pueden servir para limpiar el hogar.
Usar vinagre y bicarbonato sódico en el acero: ¿es realmente la solución adecuada? Un ingrediente inesperado para abrillantar ollas y fregaderos de acero
Hoy voy a contarte cómo solucionar un problema que a veces parece irresoluble utilizando un producto de cuidado corporal. Gracias a este inesperado ingrediente, las ollas y fregaderos de acero quedarán tan brillantes como si nunca los hubieras usado. Además, este método tambiénelimina los arañazos causados por el uso.
¿Utilizar vinagre y bicarbonato de sodio para el acero es realmente la solución adecuada?
Aunque el acero es un material muy resistente, es especialmente frágil y vulnerable al desgaste. Por eso es difícil sacar brillo a los utensilios de cocina y encimeras de acero.
Muchas personas utilizan los dos remedios naturales más populares, el vinagre blanco y el bicarbonato de sodio, para limpiar el acero. En el primer caso, una simple mezcla de vinagre y agua caliente puede ser un buen detergente natural para el acero.
En cuanto al bicarbonato de sodio, funciona especialmente bien para limpiar sartenes quemadas. Basta con hervir una solución de dos litros de agua y tres cucharadas soperas de bicarbonato en el utensilio a limpiar. Dejar hervir unos 15 minutos, escurrir y secar con un paño o una esponja.
Un ingrediente inesperado para abrillantar ollas y fregaderos de acero
¿Necesita eliminar manchas de una superficie de acero y arañazos visibles? La mejor solución en la que nunca habías pensado es elaceite hidratante. Es un producto líquido que se utiliza para nutrir e hidratar la piel, pero también es eficaz en superficies de acero.
El aceite hidratante puede ser un excelente aliado para limpiar el acero. Para obtener mejores resultados, aplíquelo inmediatamente sobre la superficie a limpiar tras un primer lavado. A continuación, vuelva a aclarar con una esponja húmeda. Esto no sólo hará que el acero brille, sino que también eliminará los arañazos causados por el uso.