El ajo es un ingrediente clave en la cocina. Versátil y esencial, aporta un delicado sabor a muchas preparaciones ya sean carnes, verduras o simples salsas.
Para guardar este condimento, puede elegir entre dientes, ajos pelados, bulbos o cabezas enteras. Sin embargo, debe guardarse en un lugar específico para que su aromático no brote.
Si te gusta condimentar tus comidas con ajo, descubre algunas soluciones prácticas para mantener este ingrediente fresco y sabroso. Así, no brotará ni se secará.
Un truco genial para conservar el ajo fresco durante mucho tiempo

El ajo es un ingrediente que se distingue por su intenso sabor y fuerte olor. Puede sazonar muchas preparaciones y a veces sus propiedades se utilizan en el campo medicinal.
Cuando vayas a comprar, podrás encontrar ajos frescos en los supermercados. Si plantas algunos en tu huerto, debes saber que puedes hacer que duren mucho tiempo si los almacenas adecuadamente.
El ajo aporta un sabor único a muchas recetas. Sin embargo, hay que conservarlo adecuadamente para que no pierda su frescura ni brote. Sólo tienes que seguir estos prácticos consejos para mantener tu ajo fresco y sabroso el mayor tiempo posible.
Mantener fresco el ajo
Para mantener el ajo fresco, evite meterlo en la nevera durante mucho tiempo. Allí puede empezar a brotar. Aunque siga siendo comestible, su sabor se vuelve amargo y menos sabroso.
Lo ideal es colocar el ajo fresco en un rincón seco, oscuro y sobre todo ventilado. Puede guardarlo en bolsas de papel.
Guardar los ajos pelados
Si piensa guardar ajos ya pelados, colóquelos en envases herméticos y consérvelos en el frigorífico durante no más de una semana. Además, puedes marinar el ajo en aceite de oliva. Este truco te permite tener un aceite aromatizado que puedes utilizar para tus distintas preparaciones.
Congelar el ajo
Si quieres conservar el ajo durante mucho tiempo, ¿por qué no congelarlo? Así conservas todas sus propiedades y, sobre todo, su sabor.
Para ello, pele y separe los dientes de ajo. A continuación, colóquelos en una bandeja de horno cubierta con papel de horno. Cubra la bandeja con papel de aluminio y métala en el congelador toda la noche.
Los dientes de ajo picados también pueden congelarse en cubiteras.