El anturio es una planta muy bella que puede multiplicarse infinitamente: he aquí el secreto del jardinero.
El anturio es sin duda una de las plantas ornamentales más populares. Se distingue por sus hermosas flores de color salmón que envuelven el espádice, así como por sus hojas muy grandes. Pero, ¿cómo se reproduce esta planta? Aquí tienes todos los detalles.
Anthurium: sus características específicas
El anturio es una de las plantas de interior más cultivadas. Tiene muchas características, algunas de las cuales son poco conocidas o incluso desconocidas.
Por ejemplo, pocas personas saben que estas plantas producen cristales de oxalato de calcio. Se trata de una sustancia que convierte a esta planta en una de las más venenosas. Sin embargo, sólo representa un peligro real cuando se ingiere en grandes cantidades.
En términos de belleza, es justo decir que estas plantas son particularmente bellas por la exuberancia de su color. Como resultado, son capaces de embellecer cualquier interior. Pero, ¿cómo conseguir más plantas?
En lugar de comprar otras plantas, es posible multiplicar a partir de su Anthurium para tener otras plantas. Cómo puede hacerlo de forma gratuita?
Anthurium multiplicador: el secreto del jardinero
La pregunta que surge es: ¿qué hay que hacer para propagar un Anthurium? La respuesta es muy sencilla: necesita una planta con muchas flores. Cuantas más flores tenga, más fácil será propagarla con éxito.
Sin embargo, debe tener en cuenta que la verdadera flor de la planta es la epífita. Así que hay que esperar a que la planta esté floreciendo porque es entonces cuando las epífitas tienden a cambiar.
Durante este periodo, puede notar que tienen excrementos lisos y esto significa que ha llegado el momento de la fecundación.
Allí, hay que identificar los epítetos más apropiados y esperar a que se seque la hoja que lo rodea. En ese momento, cuando se caiga, dará lugar a otra nueva planta. ¿Y si no cae de forma natural? Utiliza la mano.
A continuación, hazte con una maceta de terracota de unos 10 cm de diámetro para rellenarla con 2 cm de arcilla y tierra.
A continuación, coge la flor con la hoja y colócala en la maceta. A continuación, prueba a cubrirla con más tierra. Utiliza un pulverizador para humedecer la tierra.
Por último, consigue una bolsa de plástico en la que colocar tu plantita. Cierra la bolsa: verás que dentro se crea un clima húmedo.
A continuación, coloca la planta en un rincón luminoso pero no directamente soleado de tu casa. Al cabo de unos 50 días, podrás ver cómo crece la planta.