El limón es sin duda uno de los cítricos más populares del mundo. Se utiliza en la cocina y también es conocido por sus numerosas y sorprendentes propiedades.
El limón es un cítrico muy utilizado en la cocina mediterránea. Además, también es tu preciado aliado a la hora de cuidar tu cuerpo. Por ejemplo, tomamos agua con limón por la mañana en ayunas para desintoxicar el organismo y eliminar toxinas.
También se habla de las propiedades organolépticas del limón gracias a su alto contenido en potasio y vitamina C que pueden reforzar la inmunidad. Este cítrico también puede ayudar a perder peso gracias a la pectina.
Es imposible no mencionar los beneficios de los limones en la digestión. Si tomas el zumo de un limón diluido en medio vaso de agua caliente, ayuda a que los intestinos funcionen mejor a la vez que estimula el tracto gastrointestinal.
Es más, el limón es tu producto de belleza de cabecera para tener un cutis luminoso. Basta con aplicar zumo de limón puro sobre el rostro para eliminar las manchas causadas por el sol o el embarazo y conseguir un cutis uniforme.
¡Conserva los limones durante más tiempo para disfrutar de todos sus beneficios!
Como los limones son un cítrico muy beneficioso para cuidar el organismo, es importante guardarlos de la forma más adecuada para tenerlos siempre a mano en cualquier época del año. Si guardas limones en la cesta de la fruta junto a las manzanas, pueden estropearse en pocos días.
Para conservar la frescura de tus cítricos, debes mantenerlos a una temperatura de entre 10 y 13°C. Pero es imposible tener esas temperaturas durante el invierno. Como resultado, tus limones sólo pueden durar una semana y nada más.
Sin embargo, puedes lavar y secar los limones con cuidado, y luego extraer el zumo. A continuación, colócalo en un recipiente en el congelador.
También puedes trocear los limones y meterlos en una bolsa de congelación. A continuación, introdúcela en el congelador. Este método de conservación te permite conservar los limones hasta 3 meses.
Si quieres conservar los limones frescos durante unos días, coge un bol grande, pon los limones en él y cúbrelo todo con agua. A continuación, mételo en el frigorífico. También puedes utilizar un tarro y tienes que cerrarlo bien antes de meterlo en la nevera. Cambia el agua una vez a la semana para conservarlos el mayor tiempo posible.