El papel higiénico es importante y fundamental, tanto que es una de esas cosas que nunca pueden faltar en el hogar. Sin embargo, mucha gente lo deja dentro de la nevera: he aquí por qué y por qué todos deberíamos hacerlo.
Puede que se le olvide comprar de todo en el supermercado, pero nunca papel higiénico. Es un artículo imprescindible y un gran descubrimiento en el pasado, específicamente para facilitar la higiene personal de todos y más allá. Recientemente, mucha gente ha empezado a guardarlo en la nevera: he aquí por qué ahorra minutos y por qué todos deberíamos hacerlo.
¿QUIÉN INVENTÓ EL PAPEL HIGIÉNICO?
Es una historia muy interesante, porque desde los tiempos primitivos el hombre siempre ha buscado refugio para sus necesidades y diferentes formas para su aseo personal. Después de hacer un agujero en una roca plana, el hombre primitivo se dirigía al arroyo: ningún estudioso ha podido averiguar qué hacía durante el invierno, pero sin duda utilizaba su imaginación entre las hojas y las ramitas.
Los antiguos egipcios optaban por la arena rica en aceites perfumados, mientras que los árabes utilizaban la mano izquierda (aún considerada impura) para lavarse. La primera aparición de algo parecido al papel se remonta a la China del siglo XIV, pero no fue hasta medio siglo después cuando los occidentales también empezaron a abandonar las hojas y a utilizar hojas de periódico.
En 1158, los nobles utilizaban paños hechos con ropa vieja, mientras que el papel higiénico llegó en el siglo XVIII y fue cambiando con el tiempo. Según algunos documentos y artículos, el inventor del papel higiénico es Joseph C. Gayetty de Nueva York.
Un invento que fue celebrado en las portadas de todos los periódicos, destacándolo como uno de los grandes descubrimientos del siglo. Su objetivo era vender el papel como capaz de erradicar las hemorroides para siempre: no fue exactamente así, pero hay que decir que su papel ha sido un éxito mundial hasta el día de hoy.
Antes de los rollos, se vendía en tiras rectangulares luego se pasó a la producción en masa y comenzaron los inventos de diversa índole. Los rollos aparecieron en 1879 gracias a la idea de la Scott Paper Company, y después se produjeron rollos de dos capas para tirar por el inodoro en 1942.
Huelga decir que fue considerado un producto de lujo durante mucho tiempo, hasta que se convirtió en un bien asequible.
Papel higiénico en el frigorífico, ¿para qué sirve?
Después de esta acertada zambullida en la historia, volvamos a la actualidad y a por qué ponemos papel higiénico dentro del frigorífico (especialmente el de tres capas). Basta con poner una pequeña cantidad del mismo, con su tubo de cartón, en el estante del frigorífico para notar de inmediato un gran cambio.
Este método es óptimo para eliminar todos los olores persistentes en el frigorífico, precisamente porque la celulosa absorbe sin desprender. El papel en cuestión está hecho de tejido poroso, que captura las partículas de humedad y elimina el exceso de agua y los malos olores.
Si no quieres utilizar papel higiénico, también puedes optar por hojas de periódico que humedecerás y colocarás en las esquinas interiores del frigorífico.