El vinagre blanco puede ayudar a jardineros y agricultores a proteger los cultivos de las inclemencias del tiempo, los insectos y otras amenazas para su salud.
Gran parte de los productos que consumimos se producen en el campo, por lo que las plantas que forman parte de los cultivos deben protegerse. También debemos cuidar lo mejor posible las plantas que sólo tienen fines ornamentales o para un entorno doméstico más natural.
¿POR QUÉ REGAR LAS PLANTAS CON VINAGRE BLANCO?
Encontrar soluciones a los peligros que amenazan a las plantas es importante, uno de los productos naturales utilizados para este fin es el vinagre, que sirve para proteger los cultivos de insectos y otras amenazas..
El uso de vinagre en las plantas tiene múltiples beneficios, ya que, entre otras cosas, ayuda a regular el pH del suelo, así como a tratar o prevenir plagas y enfermedades.
Aunque se utiliza mucho para cocinar, el vinagre también es uno de los principales productos para limpiar y desinfectar superficies y electrodomésticos, para eliminar la grasa de la cocina, la cal de la ducha o las manchas difíciles de la ropa.
Además, el vinagre (de manzana, de vino o blanco) tiene importantes propiedades beneficiosas para las plantas de exterior e interior, ya que es un eficaz herbicida. Sin embargo, tiene muchos otros usos, como el control de plagas o la desinfección de materiales.
Las hojas de tus plantas son propensas a acumular polvo y suciedad con el paso del tiempo. Por eso, para mantenerlas siempre limpias, es aconsejable utilizar un paño de microfibra o discos de algodón normales y pasarlos por las hojas con vinagre (una mezcla de dos partes de agua y una de vinagre).
¡Verás que en poco tiempo volverán a estar brillantes y mucho más verdes!
Además, el vinagre ablanda la cáscara exterior de las semillas, lo que permite que broten más rápido y de forma más sana.
Basta con remojar las semillas en agua durante toda la noche y añadir 5 a 8 gotas de vinagre blanco: ¡notarás la diferencia!
Regula el PH del suelo y mantiene frescas las flores
Gracias a su acidez, el vinagre también ayuda a regular el pH del suelo, lo que beneficia a las plantas acidófilas como el ficus elastica, las hortensias y las gardenias.
Mezcle una cucharada de vinagre blanco con un litro de agua y riegue la planta. Este mismo contenido acético es excelente para mantener a raya el moho que puede desarrollarse en algunas plantas.
Basta con añadir dos cucharadas de vinagre a una jarra de tres litros de agua y agitar antes de rociar la zona afectada de la planta.
El vinagre también ayuda a inhibir la proliferación de bacterias y a mantener frescas las flores cortadas durante más tiempo. Para ello, basta con añadir dos cucharadas de vinagre blanco y una cucharadita de azúcar a un recipiente con agua.
No sólo eso, las herramientas de jardín pueden limpiarse de óxido simplemente sumergiéndolas durante unas horas. El vinagre, al ser ácido, puede pulverizarse para eliminar las hojas secas.
Si, por el contrario, quieres mantener a tu mascota alejada de las plantas de interior, empapa un paño o trapo viejo en vinagre y colócalo cerca de las macetas.
Esto los mantendrá alejados, ya que ni los perros ni los gatos soportan el olor a vinagre.