No siempre el otoño llega con el famoso equinoccio. A menudo, de hecho, el descenso real de las temperaturas llega un poco más tarde.
Como resultado, las plantas permanecen en una especie de estado de ánimo veraniego prolongado durante mucho tiempo antes de experimentar el cambio de temperatura. La Orquídea, una planta muy delicada, siente mucho este cambio repentino y siempre es importante tener un ojo vigilante para su protección.
Vamos a ver a dónde podemos moverlo cuando las temperaturas empiecen a cambiar.
En la veranda
Aunque es una planta de interior, la orquídea phalaenopsis en los meses de verano a veces se mantiene en el exterior, siempre protegida de la luz solar excesiva. Con la llegada del frío, sin embargo, hay que trasladarla a un entorno más protegido.
La veranda puede ser el compromiso adecuado: aquí, las temperaturas tienden a ser más moderadas que en el frío del balcón o la terraza y no tendrás problemas con la exposición al sol si mantienes la planta en un rincón bajo la brillante luz indirecta del sol.
Es importante que las temperaturas en este entorno no desciendan de forma general por debajo de 12-14 °C ni permanezcan constantemente por debajo de 10 °C. Incluso durante su periodo de reposo vegetativo, que comienza en otoño y termina a principios de primavera, a la orquídea no le gustan las temperaturas por debajo de este umbral, que podrían provocar su desecación.
En el alféizar del baño
uede sonar extraño, pero la habitación perfecta para trasladar tu orquídea en otoño es… ¡el baño!
Esta habitación, a menudo de menor tamaño que las demás, tiene características que la convierten en un entorno ideal para la orquídea, muy similar a su hábitat original.
En primer lugar, el nivel de humedad aquí es más alto que en otros lugares: se trata de un hecho importante, ya que la orquídea, a pesar de ciertas características derivadas de la diferente especie o variedad, prefiere entornos en los que el nivel de humedad sea superior al 70%.
Además, el alféizar de la ventana suele ser un lugar perfecto, ya que los vidrios de las ventanas del baño suelen ser opacos. Cuando el cristal es opaco, la luz solar pasa igualmente pero es filtrada y, por tanto, perfecta para las necesidades de esta planta.
En un estante de la cocina
Otra estancia donde puedes trasladar tu orquídea y que se presta bien a esta planta es la cocina.
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Después del cuarto de baño, de hecho, la cocina es la habitación más húmeda de la casa debido principalmente a los vapores que se generan al cocinar. Es importante mantener la orquídea en un estante alto, lejos del contacto directo con estos vapores.
Además, asegúrate de que donde la coloques la planta reciba su parte justa de luz solar directa, que es importante para la salud de la planta incluso durante los meses de otoño e invierno.
Además de la elección del lugar, algunas personas cometen algunos errores muy graves en el cuidado de esta planta. Echa un vistazo a este vídeo para saber más.
En la mesa del salón
Por regla general, es desaconsejable, durante los meses fríos, mantener la orquídea en un lugar amplio donde el frío sea normalmente un poco más acusado.
Sin embargo, si tu sala de estar reúne las condiciones de temperatura adecuadas, podrá acoger sin problemas a esta planta tuya.
Nuestro consejo es mantener la orquídea en una mesa pequeña para que pueda recibir toda la luz posible del exterior a través de ventanas o ventanales.
Recuerde que, por otro lado, debe evitar exponer su orquídea a ambientes excesivamente caldeados, quizás artificialmente. No mantenga su planta demasiado cerca de acondicionadores de aire, estufas, chimeneas o registradores de calor, que tienden a secar demasiado el aire, perjudicando la salud de la planta a largo plazo.