Un aroma intenso, con notas amaderadas, embriagador y con cuerpo: las pequeñas hojas de la Rosmarina hacen de ésta quizás la planta aromática más popular y, después de la albahaca, la más cultivada.
Mérito por su rusticidad: al estar siempre verde y no ser demasiado complejo de cultivar, el romero se cultiva a menudo como planta ornamental de balcón o jardín, así como por la utilidad de sus hojas aromáticas.
Pero ¿sabías que puedes combinar poda y multiplicación? Averigüemos cómo hacerlo conjuntamente para que puedas reutilizar los ramitos cortados para obtener más plántulas pequeñas.
Poda
En primer lugar, hay que señalar que la mejor época para podar esta planta es el principio de la primavera cuando el corte de ramitas se compensa con un crecimiento más rápido y espeso gracias al aumento de las temperaturas.
Sin embargo, nada impide que esta planta también se pode a finales de verano o principios de otoño si resulta necesario.
Cuando sea necesario
Saber cuándo podar el romero es importante para no cometer errores que pueden poner en grave peligro la salud de la planta.
Normalmente, esta operación es necesaria cuando la plántula presenta algunas ramas demasiado largas, largas hojosas, a veces incluso secas. Además, puede ocurrir que estas ramas desestabilicen el equilibrio de la planta
Cómo podar
Antes de empezar, te recomendamos que te hagas con unas tijeras o tijeras de jardín y las limpies a fondo para evitar futuras infecciones en las plantas.
La planta debe podarse de forma que consiga un aspecto general tupido, bastante simétrico y no demasiado disperso.
Para saber dónde cortar, tenga en cuenta que nunca debe sobrepasar los 4-5 cm desde la punta de la rama, como máximo 6-7 cm para las muy largas. Elimine las ramas más ramas flojas y viejas pero también las que, dentro del follaje, crean cruces. Además, procure hacer siempre un corte oblicuo para favorecer la cicatrización.
No quite nunca más de un tercio de todo el follaje.
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Multiplicación
Ahora que has podado tu romero, antes de hacer una buena limpieza de las ramitas cortadas, puedes ir recuperando algunas de ellas y utilizarlas para multiplicar la planta.
Qué ramitas elegir
No todas las ramitas recién cortadas son iguales. Seguramente, en el transcurso de la poda, habrá cortado algunas ramitas más largas y no demasiado secas. Debe elegir una que todavía tenga algunas hojas, sobre todo en la parte apical.
Elija estas ramitas y, si tienen demasiadas hojas, arránqueles las que estén demasiado cerca de la base de la ramita.
Cómo enterrarlos
Después de recuperar las ramitas que corresponden a las taleas, toca intercalarlas.
Prepara pequeñas macetas rellenándolas con una mezcla de arena, tierra universal y turba, manteniendo todo muy blando mediante riego.
Entierre los esquejes en ella, introduciendo la parte inferior en la tierra un centímetro, máximo dos, y sosteniendo las ramas en posición vertical.
A continuación, coloque los tarros en lugares bien iluminados, preferiblemente a la luz directa del sol, y donde la temperatura se mantenga constantemente por encima de los 15 °C.
Al cabo de unas semanas, con un poco de suerte, estas raíces pueden brotar y habrás obtenido nuevas y fragantes plántulas de romero… ¡sin coste alguno y con sólo un poco de esfuerzo!
N.B: Recuerda que también puedes utilizar tus ramitas de romero de otras maneras, por ejemplo, dejando las hojas en remojo en un cazo pequeño y obteniendo así una mezcla perfumada adecuada para perfumar toda tu casa o crear jabones aromáticos.
Cultivo en agua
Menos eficaz, pero más sencillo, es enraizar los esquejes de romero en agua.
En este caso, después de cortar la ramita, espera al menos 24 horas para que el corte pueda cicatrizar. A continuación, colóquela en un vaso de agua teniendo cuidado de que sólo la parte inferior (unos 2-3 cm) quede por debajo del nivel del agua.
Al cabo de unas semanas, deberían haber brotado algunas raíces de la base del esqueje: es el momento de trasladar el ramito a un jarrón adecuado.