Todo el mundo sueña con plantas hermosas y de larga floración en el jardín. Algunas especies florecen a principios de primavera, pero por desgracia se marchitan rápidamente. Afortunadamente, la naturaleza nos proporciona un generoso suministro de arbustos que pueden reproducirse hasta finales de otoño. Éste crece 120 días al año.
Si busca una solución inusual para su jardín y desea cultivar plantas con largos periodos de floración, sin duda debe elegir el mirto crepé. Se trata de una especie asiática que crece en todas las condiciones climáticas. Actualmente se cultiva en muchos países. Vea lo que se ha ganado el corazón de los amantes de la botánica.
Mirto crepé – una planta muy apreciada por los jardineros
El mirto es una planta formidable que puede alcanzar los 8 metros de altura en su hábitat natural. En Eslovaquia, su potencial termina en los 3 metros, que sigue siendo bastante. Su periodo de floración dura unos 120 días al año. Esta es una de las principales ventajas de la especie. El color de las flores es rosa o púrpura, según la variedad. Los tallos, por su parte, están cubiertos de pequeñas hojas ovaladas que son verdes en verano pero se vuelven rojas en otoño. El arbusto es tan poco exigente de cultivar que suele ser la elección no sólo de los jardineros, sino también de los legos en botánica. Estos son los conocimientos básicos que hay que tener antes de plantar mirto.
Plantas para el jardín: ¿qué posición le gusta al mirto? Cuide su arbusto desde el principio
A la hora de elegir un lugar en el jardín para el mirto crepé, escoja los siguientes sitios donde reciba mucha luz solar. Este tipo de ubicación ayuda a la planta a crecer adecuadamente porque es muy termófila. Sin embargo, no se deje engañar a la hora de regar. El suelo del arbusto está constantemente húmedo, pero no lo confundas con la humedad. Demasiada agua en el suelo puede provocar enfermedades como la mancha foliar, la gangrena floral y el oídio. El suelo en el quese planta el mirto debe tener una buena permeabilidad, por lo que se puede utilizar el drenaje. Además, hay que procurar mantener una alcalinidad y acidez moderadas, que deben estar entre pH 6 y 7.
Para la fertilización, utilice productos que contengan potasio, fósforo y oligoelementos para favorecer un buen crecimiento. Las mejores épocas para hacerlo son la primavera y el otoño. Pode los tallos con regularidad cada primavera para conseguir una floración abundante. Esto se aplica tanto a las especies jóvenes como a las viejas. Esto dará al arbusto la forma deseada. El mantenimiento en primavera tiene un gran efecto sobre el crecimiento, que comienza en julio y continúa hasta finales de octubre.