Si tienes una antiestética mancha de grasa en la pared, no desesperes, coge una pastilla de jabón: la eliminará rápidamente.
Antes de llamar a los expertos, intenta solucionar las manchas de grasa tú mismo. Para las manchas pequeñas, un lavavajillas y una esponja pueden hacer maravillas. Empapa una esponja en agua templada, aplica unas gotas de lavavajillas y frota suavemente la zona afectada con movimientos circulares. Este procedimiento ayuda a eliminar gradualmente la grasa de la superficie de las paredes.
Apuesta por el jabón común
Además, estas manchas pueden combatirse eficazmente utilizando jabón. Aplíquelo en la zona afectada para crear una barrera contra futuras manchas y aumentar al mismo tiempo la capacidad de absorción de la pared para la siguiente capa de pintura. Una solución inesperada puede ser la tiza, reconocida no sólo como herramienta necesaria para las lecciones escolares, sino también por sus propiedades absorbentes. Basta con pintar con ella la zona afectada y puede absorber toda la grasa en sólo dos horas. Después, frótalo todo suavemente con un cepillo o una esponja. Si la mancha persiste, repite el proceso de nuevo.
La espuma de afeitar, que suele asociarse a la higiene personal, también sirve sorprendentemente como solución eficaz para las manchas de grasa en las paredes, como nos aconsejó nuestro lector Ivan. K. de Březhrad. «Aplica espuma de afeitar en la zona afectada y déjala actuar unos 20 minutos. Después, límpiala con un paño húmedo, asegurándote de eliminar sólo la mancha y mantener intacta la pintura.»
El poder del bicarbonato
El bicarbonato de sodio, conocido por sus versátiles propiedades limpiadoras, también destaca como un excelente desengrasante, según el sitio web InStory. Esto se debe a que al crear una solución de 1,5 cucharadas de bicarbonato de sodio mezcladas con 250 ml de agua tibia y rociarla sobre la mancha de grasa, se puede descomponer eficazmente cualquier resto de grasa. Después de dejar reposar la solución durante al menos 10 minutos, retírala cuidadosamente de la pared con un paño, teniendo cuidado de no dañar la superficie de la pared.