¿Qué ocurre si coges tres esponjas de cocina y las metes en un congelador? Es realmente increíble.
Los trucos de las abuelas siempre son muy divertidos, uno en concreto consiste en meter esponjas de cocina en el congelador. Un descubrimiento que ha dejado a más de uno boquiabierto tras ver lo que ocurre que tiene lo increíble. Son métodos que ahora también se pueden encontrar en la red, como tendencias para copiar y personalizar. Descubramos juntos para qué sirve este método y por qué ya no puedes prescindir de él.
¿Por qué metes tres esponjas de cocina en el congelador?
Como era de esperar, hay vídeos en la web y remedios a tener en cuenta y que además marcan tendencia. En algunos casos, se trata de métodos decididamente estrambóticos, que al final resultan muy útiles.
Dando un pequeño paso atrás para entenderlo mejor, cada vez que vas al supermercado te arriesgas a comprar diferentes tipos de productos de limpieza y a gastar mucho dinero. Es imprescindible que limpies bien tu vajilla, utilizando siempre esponjas nuevas y de marcas de confianza.
Por supuesto, la esponja clásica también se utiliza en otras partes de la casa, para limpiar el baño o desinfectar azulejos. La nueva tendencia que se está poniendo de moda es meter la clásica esponja de cocina directamente en el congelador. Pero, ¿para qué sirve y por qué hacerlo?
¿Qué hacer con la esponja del congelador?
Lo primero que hay que hacer después de comprar una esponja es desinfectarla. Una vez sacada del envoltorio, hay que lavarla con agua corriente y secarla.
Para que los gérmenes y bacterias no se apoderen de las superficies, debe colocarse dentro de una bolsa transparente (las de los alimentos) y luego directamente en el congelador.
Pasados unos días, puedes volver a cogerlo y utilizarlo. ¿Para qué se utiliza concretamente? Cuando se necesita ayuda en caso de caída, ya sea por dolor o por otro motivo. Se puede colocar una esponja congelada sobre la zona de interés y luego cerrarla con la ayuda de un paño.
Mantén la esponja durante cinco minutos y luego retírala. A continuación, se utiliza en el ámbito médico o para el bienestar de toda la familia. Para recapitular, una esponja congelada dentro de la bolsa debe guardarse siempre en el congelador.
Si alguien se hiciera daño, este utensilio aliviará la zona afectada sin necesidad de utilizar hielo instantáneo o los clásicos moldes llenos de agua helada. No sólo eso, sino que también pueden utilizarse para lavar los platos una vez descongelados, ya que están libres de gérmenes y bacterias.
Como puede ver, en la web hay muchos