Si quieres limpiar tu horno de manera fácil y efectiva, sigue estos pasos simples. Esta técnica te ayudará a eliminar la grasa y la suciedad incrustada con poco esfuerzo.
Pasos para limpiar el horno:
- Precalienta el horno a 150°C o la temperatura más baja posible.
- Mientras el horno se calienta, hierve agua.
- Una vez que el horno esté precalentado, apágalo. Coloca un bol con 1 taza de amoníaco en la rejilla superior y un bol con agua hirviendo en la rejilla inferior.
- Cierra la puerta del horno y deja que la mezcla actúe durante toda la noche.
- A la mañana siguiente, retira ambos recipientes. Reserva el amoníaco para usarlo más tarde.
- Retira las rejillas del horno y deja la puerta entreabierta durante 15 minutos para que se ventile.
- En un bol, mezcla unas cucharaditas de detergente líquido con el amoníaco reservado. Añade 4 tazas de agua tibia.
- Ponte guantes de goma y usa una esponja impregnada con esta mezcla para limpiar suavemente las paredes y el fondo del horno.
- Termina limpiando con un paño húmedo para una finalización perfecta.
Ventajas de esta técnica:
Este método facilita la eliminación de la grasa y la suciedad más difíciles, permitiendo que tu horno quede completamente limpio con mínimo esfuerzo. ¡Disfrutarás de un horno impecable en poco tiempo!