Aquellos que tienen el mano verde o que han pensado en un pequeño huerto de tomates y pepinos, se preguntan cuál es el método óptimo de riego. Los viveristas del ramo recomiendan utilizar un ingrediente natural, siempre disponible, para obtener todo tipo de beneficios y propiedades. No todo el mundo sabe que utilizando esta agua se consigue el objetivo deseado en unos sencillos pasos..
¿Cómo regar tomates y pepinos?
Hay quienes nacen con el pulgar verde y otros que, de alguna manera, se las apañan. En cualquier caso, quien decida poner un pequeño huerto en el jardín siempre debe pedir consejo a su viverista de confianza.
Un truco muy antiguo de jardinero se pone hoy a su disposición, a sabiendas de que puede hacer mucho por una cosecha de tomates y pepinos.
Cuando se quiere obtener algo realmente rico para estas verduras, lo mejor es seguir estos antiguos métodos aplicándolos. Se trata del agua de arroz, que puede ser el agua de cocción u obtenida por otro método en frío.
Agua y arroz para regar las plantas: ventajas
En primer lugar, hay que entender que no se puede utilizar el agua de cocción del arroz, el agua con la que se elaboran las recetas tradicionales. Una vez que se le ha añadido agua, no se puede utilizar para las plantas..
Los viveristas hablan del agua de arroz que se utiliza para lavar el arroz antes de cocerlo, sin sal ni aditivos varios. Las investigaciones indonesias han confirmado que esta agua es rica en propiedades que pueden hacer crecer bien los pepinos y los tomates.
En la mayoría de los casos, siempre se recomienda lavar el arroz para que el agua no quede lechosa. El agua no debe tirarse, sino utilizarse para las plantas, gracias a un aporte único de potasio, fósforo, zinc, calcio y hierro además de otras propiedades únicas como vitaminas y almidón. Este último se recomienda para combatir las bacterias y el ataque de parásitos.
Las ventajas de esta agua para el riego de tomates y pepinos son:
- Método sostenible desde el punto de vista medioambiental;
- No sólo favorece el crecimiento de las plantas, sino también su bienestar;
- Combate los parásitos y aumenta las bacterias buenas del suelo;
- Remedio barato;
- Aumenta la productividad de la cosecha y de las plantas frutales.
El método arriba mencionado se aplica dos veces al mes. Alternativamente, también dos veces al mes, se coge un recipiente con aproximadamente un litro de agua. Verter en él 4 cucharadas de arroz y mezclar. Dejar macerar durante dos horas, luego filtrar el agua que se utilizará para regar los cultivos..