Con un solo vaso de sal en el baño, todos estos problemas serán un recuerdo lejano: un método clásico y valioso.
La sal es un producto natural único utilizado por los pueblos antiguos para conservar los alimentos. Pocos saben que fueron los celtas quienes transmitieron este método, convirtiendo la sal en uno de los productos más utilizados y comercializados del mundo.
Antes muy cara de comprar, hoy es un producto común que se puede encontrar en el supermercado. Es un error creer que sólo es de uso culinario, porque la sal puede resolver bastantes problemas en el hogar: basta con un vaso.
¿Para qué sirve un vaso de sal en el baño?
La sal gruesa o sal fina es un gran tesoro, descubierto por los pueblos antiguos y utilizado entonces en la conservación de alimentos, teniendo en cuenta la falta de aparatos tecnológicos como el frigorífico u otros métodos de conservación.
Este descubrimiento ha llevado al pueblo a descubrir con el tiempo los múltiples usos y beneficios de este ingrediente natural. De hecho, la sal suele asociarse a las artes culinarias para aromatizar, pero gracias a sus propiedades, puede convertirse en un aliado para resolver problemas domésticos .
Con un solo vaso de sal, solucionas muchos problemas, ahorras dinero y evitas utilizar productos químicos con conservantes y contaminantes.
Elimina los malos olores en el baño
A sólo un vaso de sal en el cuarto de baño puede eliminar por completo todos los malos olores que se acumulan. A veces son causados por la fontanería, mientras que en otras circunstancias se deben a la humedad que se propaga por las paredes.
El moho es consecuencia de la humedad y debe contrarrestarse lo antes posible. Por esta razón, un solo vaso de sal colocado en el cuarto de baño es suficiente para absorber los olores y la humedad cambiando el contenido una vez a la semana.
Para potenciar la acción antiolor, también puede verter unas gotas de aceite esencial, preferiblemente de lavanda o limón. En un abrir y cerrar de ojos, la habitación estará perfumada, libre de humedad y rica en bienestar.
El pequeño cuenco con sal también puede colocarse en otras zonas de la casa, para combatir la humedad en la cocina o en el dormitorio.
Elimina las manchas amarillas del inodoro
Las manchas amarillas que se forman en el inodoro son antiestéticas y, en cualquier caso, comprometen la higiene sanitaria. Para eliminarlas por completo, basta con tomar un vaso de sal y luego un poco de agua fría, creando una crema que se aplicará sobre las manchas. Dejar actuar durante unos minutos y después pasar la fregona, antes de tirar de la cadena.
Para una acción aún más potente, se puede añadir bicarbonato sódico y dejarlo toda la noche.
La sal también puede utilizarse, siguiendo el mismo método, para limpiar todos los utensilios de cocina eliminando los restos de cal que se acumulan con el tiempo.