Esto es lo que les puede pasar a las plantas al cabo de unos segundos si las riegas con agua con gas.
Muchas personas siempre se han preguntado si es posible utilizar agua con gas para regar las plantas de interior. La respuesta a esta pregunta es sí. El agua en versión burbujeante es una gran ayuda a la hora de realizar diversas tareas de jardinería doméstica. Veamos por qué.
El uso de agua con gas para las personas: los beneficios
En muchos hogares italianos hay agua en la variante con gas,, ya que muchos la prefieren a la clásica. Pero este tipo de agua se utiliza generalmente para calmar la sed.
De hecho, las burbujas tienen algunas propiedades importantes que son muy apreciadas por las personas que la eligen a diario, como saciar la sed, pero no sólo.
Este tipo de agua ofrece funciones eficaces a nivel digestivo, un aspecto de considerable importancia para aquellas personas que muestran dificultades en la digestión.
Por eso, las personas que tienen problemas relacionados con la indigestión o pesadez de estómago prefieren beber agua con burbujas. Esto se debe a que es perfecta para dichas personas, gracias también al dióxido de carbono presente en el agua con gas.
Pocos, sin embargo, son conscientes de un aspecto muy importante, relativo a una de las características opcionales relacionadas con el uso de este tipo de agua.
De hecho, uno de los usos más valiosos del agua con burbujas está asociado a la jardinería. Y es que precisamente la presencia de estas preciosas burbujas en el agua puede ser un valioso apoyo a la hora de cuidar al máximo tus plantas.
Así lo han constatado estudios específicos, que han destacado cómo el agua con gas puede ser un excelente aliado para las plantas. Esto se debe a que estimula enormemente su crecimiento.
Por qué el agua carbonatada es beneficiosa para las plantas
El uso de agua con gas en relación con el riego de plantas es absolutamente factible. Esto se basa en los estudios que se han realizado al respecto, que no sólo lo confirman plenamente, sino que además son bastante asombrosos.
Tras un estudio realizado por la Universidad de Colorado en el año 2002, se descubrió que el agua con burbujas es ideal para las plantas, ya que tiende a mejorar su salud de forma muy visible.
Una de las razones es sin duda la siguiente: dentro de esta agua hay muchos nutrientes que luego son asimilados por las raíces.
Estos elementos incluyen, por ejemplo, hidrógeno, fósforo y potasio. Algunos de los nutrientes más importantes permiten que las plantas crezcan más rápido, más sanas y con un tono de verde mucho más brillante.
Por eso es aconsejable iniciar el hábito de utilizar agua con gas para regar las plantas. Aunque todavía no es un hábito muy extendido, es una práctica que puede aportar enormes beneficios a las plantas de interior.
Consejos útiles: qué hacer y qué no hacer
Pero tratemos de entender en detalle cómo hacerlo: se recomienda practicar esta forma de riego al menos una vez a la semana..
El momento perfecto es por la tarde, para que puedas ir a regenerar tus plantas de cualquier calor durante las horas diurnas.
En cualquier caso, es fundamental recordar que el agua utilizada debe estar a temperatura ambiente.
Para regar de forma irreprochable, hay que regar alrededor de la base de la planta sin mojar sus hojas. Esto se debe a que las hojas mojadas son más susceptibles a las enfermedades. Por eso hay que ser muy cuidadoso y meticuloso durante este procedimiento.
Por último, antes de utilizar agua con gas, hay que comprobar que no contenga azúcar para no deteriorar la salud de las plantas.
Agua con gas y plantas, una combinación perfecta
Como ya se ha señalado, varios estudios lo avalan, como el realizado por la Universidad de Colorado en 2002, que puso de relieve cómo el agua con gas favorece el desarrollo de las plantas y preserva su salud.
Por otro lado, en su interior hay varios nutrientes que, como se ha mencionado anteriormente, son magnesio, hidrógeno, oxígeno, calcio, azufre, fósforo, carbono y potasio.
Gracias a ellos, las plantas pueden crecer sanas y con un hermoso verdor.
Por extraño que pueda parecer, es importante empezar a tenerlo en cuenta por el bien de nuestras plantas, acordándonos de dar pequeños pasos para evitar que su salud se deteriore.
Por ejemplo, si el agua contiene azúcar o sal, puede dificultar bastante la absorción de las raíces y atraer, por ejemplo, hormigas. El agua también puede atraer a las hormigas.
En resumen, aunque algunas acciones puedan parecer inofensivas, en realidad pueden arruinarlo todo.
A partir de hoy, sin embargo, su acervo de conocimientos tiene este