Los jardineros han empezado a utilizar un nuevo método, poner cerillas en las plantas. Pero, ¿cuál es la ventaja real?.
Tener plantas en el jardín y en casa es siempre una gran idea. No sólo embellecen el entorno, sino que añaden un toque de color y frescura al hogar. Además, muchas plantas tienen propiedades especialmente interesantes que pueden ser buenas para la salud. Como son criaturas delicadas, requieren cuidados constantes, por lo que se ha descubierto un truco que consiste en utilizar las clásicas cerillas. ¿Para qué sirven? Averigüémoslo juntos.
Plantas en el jardín y en casa, ¿cómo cuidarlas?
Ni que decir tiene que quien desee tener plantas en casa o en el jardín debe tener un mínimo de dedos verdes. Como alternativa, es mejor adoptar aquellos ejemplares que no requieran muchos cuidados, sino sólo un poco de agua durante la semana.
Los viveristas profesionales pueden darle todo tipo de consejos en función de sus necesidades, teniendo en cuenta que una planta está viva y necesita muchos cuidados durante el día y la noche. Empieza con el riego y termina con la alimentación e incluso la colocación.
A muchas de ellas no les gusta la luz, mientras que otras exigen calor y luz solar directa. Luego hay algunos tipos a los que les gustan los rincones oscuros de la casa, mientras que sólo unos pocos de ellos también se pueden colocar en el cuarto de baño. Sin embargo, hay una cosa que todas las plantas tienen en común y hay un remedio que se puede utilizar en el hogar y en el jardín (barato y no invasivo).
Los fósforos en las plantas, el secreto de los viveristas
El denominador común para todas las plantas son los ataques externos, como los insectos – plagas y mosquitos de diversos tipos que se alimentan a través de la savia. Esto ocurre no sólo a las plantas externas, sino también a ellas, llevándolas directamente a la deshidratación total y luego, inevitablemente, a la muerte..
Durante la primavera, es bastante normal que los insectos ataquen a las plantas si no están protegidas por algo eficaz. Pero cuidado, los productos con agentes químicos no siempre sirven: a menudo no son adecuados para ese tipo de planta, o son extremadamente contaminantes para el medio ambiente.
En esta coyuntura, entra en escena algo revolucionario, el asesoramiento directo de viveristas experimentados. Conviene recordar que las causas de la proliferación de insectos pueden ser múltiples, desde las condiciones climáticas hasta un mayor uso de agua estancada e incluso abonos que no son adecuados para ese tipo de planta.
Para remediar estos problemas, resulta que las cerillas pueden ser de gran ayuda. Las plantas estarán sanas, hermosas y serán la envidia de todos los que las vean. Como todos sabemos, la cerilla se compone de un extremo inflamable -la punta- y luego del palo de madera.
Hay que coger de dos a cuatro cerillas -dependiendo del tamaño de la olla- e introducirlas en la tierra boca abajo. El azufre contenido en el interior de la cabeza se funde y al cabo de una semana se puede sustituir la cerilla: este procedimiento debe realizarse durante todo un mes.
¿Qué le ocurrirá a la planta?< Estará completamente protegida del ataque de todo tipo de plagas.