Cultivar tomates sabrosos y generosos es el sueño de muchos jardineros. Al fin y al cabo, es un alimento muy apreciado en la cocina, tanto para platos fríos como calientes. Así que no es raro encontrar unas cuantas plantas en un huerto. Sin embargo, aunque cultivar tomates no es ciencia de cohetes, puede ocurrir que las plantas se desarrollen un poco despacio. Esto puede dificultar que los tomates crezcan y engorden, a pesar de las condiciones climáticas favorables. Si ya has seguido todos los pasos para plantarlos con éxito y utilizas los abonos adecuados, no hay razón para que no funcionen. Sin embargo, hay un truco poco habitual que funciona de maravilla para potenciar el crecimiento de los tomates. Conseguirás más frutos y más grandes sin tener que esforzarte.
También puedes utilizar este consejo para que tus berenjenas o pimientos crezcan mejor. A estas hortalizas les encanta.
El truco para potenciar tus tomateras: ¡instala baldosas!
Este truco de jardinero consiste en colocar tejas al pie de las tomateras. ¡Sin embargo, ten cuidado: no lo hagas de cualquier manera ! He aquí los pasos:
1) Reúna baldosas normandas semirredondas. Puedes encontrarlos fácilmente de segunda mano. Y si están un poco rotos o agrietados en algunas partes, no pasa nada.
2) A continuación, averigua en qué dirección está el Norte.
3) Coloque su lienzo de forma que su parte trasera (la parte curva por tanto) mire hacia el Norte. Para ello, no coloque la teja directamente sobre los tallos de sus tomates. Corres el riesgo de dañar los más frágiles. En su lugar, déjalos reposar sobre la estaca, que es segura.
4) Repite la operación con todas tus tomateras y sólo tendrás que esperar.
Con este truco tan económico, no es necesario utilizar fertilizantes químicos para enriquecer la tierra y cultivar más tomates.
¿Por qué funciona tan bien este truco?
Estas pequeñas tejas proporcionan una excelente protección a sus tomateras. Las protegen de los vientos del norte, las heladas y las lluvias torrenciales, que pueden dificultar su desarrollo. Además, la parte hueca crea una especie de microclima al acumular el calor de la exposición sur. En definitiva, actúa como un invernadero improvisado, perfecto para los cultivos vulnerables a los caprichos del tiempo. Sorprendente, ¿verdad?