La cocina nunca ha sido lo tuyo, pero estás haciendo algún esfuerzo y eso te honra. Por supuesto, aún no te has hecho con el horno (demasiados números y botones complicados). Así que tu mejor amiga es la buena y vieja sartén, e inevitablemente… ¡hay fallos!
El problema con las estufas es que son caras. Y estás un poco corto este mes. Como todos los meses, de hecho. Así que si se te ha quemado la sartén (¡y has sido bastante brusco con ella!), aquí tienes un truquito que funciona siempre. Es sencillo, rápido y barato.
Lo que necesitas..:
- Vinagre blanco
- Líquido lavavajillas
Las etapas :
1) Empieza echando dos cucharadas de vinagre en la sartén.
2) Añade unas gotas de detergente líquido y pon la sartén al fuego.
3) Deja calentar unos minutos para facilitar la limpieza. A continuación, retira la sartén y empieza a limpiarla con una simple esponja (¡ten cuidado de no quemarte!).
Las marcas de quemaduras deberían desaparecer normalmente como en los anuncios de Mr Clean (excepto que en este caso, las marcas realmente desaparecerán). Y ya está.
Si no tienes vinagre blanco, vierte de 1 a 2 cucharadas de ácido cítrico en tu cazo. Cúbrelo con agua hirviendo y déjalo durante unos minutos. A continuación, acláralo bien varias veces. Si no tienes ninguno de los dos, puedes sustituir el vinagre y el ácido por zumo de limón, pero será menos eficaz.