Dejar de comprar jengibre y cultivar una cantidad infinita en casa es posible y gratificante. Aquí te explico cómo hacerlo:
1. Preparación del rizoma:
- Compra un rizoma fresco de jengibre en una tienda de alimentos orgánicos o en el supermercado. Busca uno que tenga brotes o «ojos» en la superficie, lo que indica que está listo para germinar.
- Corta el rizoma en trozos más pequeños, asegurándote de que cada trozo tenga al menos un brote o un ojo.
2. Elección del contenedor:
- Elige un contenedor grande y poco profundo que permita que el jengibre se extienda horizontalmente. Asegúrate de que tenga buen drenaje para evitar el encharcamiento del suelo.
3. Preparación del suelo:
- Llena el contenedor con una mezcla de tierra para macetas bien drenada y rica en materia orgánica. Puedes mezclar tierra de jardín con compost o turba para mejorar la estructura del suelo.
4. Plantación:
- Planta los trozos de rizoma de jengibre en la tierra, enterrándolos ligeramente con los brotes hacia arriba. Deja espacio suficiente entre cada trozo para que puedan expandirse.
5. Cuidado:
- Coloca el contenedor en un lugar cálido y parcialmente sombreado, protegiéndolo de la luz solar directa.
- Mantén el suelo ligeramente húmedo, pero evita el exceso de riego para evitar la pudrición de las raíces.
- A medida que el jengibre crece, puedes añadir más tierra alrededor de los brotes para cubrirlos ligeramente y fomentar un crecimiento más vigoroso.
6. Cosecha:
- El jengibre estará listo para cosechar en unos 8-10 meses, cuando las hojas comiencen a amarillear y se sequen.
- Para cosechar, desentierra cuidadosamente el rizoma del suelo, cortando solo la cantidad que necesitas y dejando el resto para seguir creciendo.
Siguiendo estos pasos, podrás cultivar tu propio jengibre en casa de forma sencilla y disfrutar de un suministro infinito de esta raíz aromática y saludable. ¡Disfruta de tu cosecha casera de jengibre fresco!
Gracias por el comentario, lo probaré.