Mezcla bicarbonato de sodio con glicerina para obtener una pasta: solo necesitas usarla hábilmente para obtener un limpiador perfecto.
Los muebles tapizados inevitablemente atraen manchas y con el tiempo se llenan de polvo, por lo que requieren una limpieza regular y exhaustiva. Sin embargo, no es necesario recurrir inmediatamente a limpiadores comerciales. En su lugar, apuesta por una receta sencilla que cambiará las reglas del juego.
Fases iniciales de limpieza
Empieza por quitar el polvo superficial de los muebles con una aspiradora. Para los tapizados duros, utiliza un cepillo especializado, mientras que para los materiales más suaves, envuelve un paño suave alrededor de la boquilla de aspiración de la aspiradora. Luego, prepara un limpiador doméstico práctico. ¿Qué necesitas?
1 litro de agua caliente
2 cucharadas de bicarbonato de sodio
4 cucharadas de detergente para platos
5 cucharadas de vinagre alimenticio al 9%
2 cucharadas de glicerina
Mezcla el bicarbonato de sodio con el detergente para platos en un recipiente con agua. Agrega la glicerina y el vinagre alimenticio y mezcla hasta que se forme una consistencia espumosa. Aplica la espuma obtenida sobre la superficie de los muebles con una esponja o un paño y frota cuidadosamente el producto en las áreas más sucias.
El bicarbonato de sodio y la glicerina pueden ser efectivos para eliminar las manchas de los sofás, solo necesitas usarlos de la manera correcta.
Deja reposar todo durante 30 minutos y luego limpia con una esponja o un paño húmedo (enjuagado frecuentemente en agua limpia).