¿A quién no le gustaría dormir con ropa de cama recién lavada y perfumada? A veces, la agradable experiencia se ve ensombrecida por el desagradable olor de la propia almohada. Sólo necesitas unas pocas cosas para limpiar tus almohadas. Volverás a oler bien.
No es necesario tirar el cojín
Los días de los cojines escamosos han pasado a la historia, y ahora la tendencia son los rellenos más modernos. Algunos cojines son fáciles de lavar a máquina y secar a fondo, otros se estropean irreversiblemente con el proceso, ya que el relleno pierde su forma. Si tiene cojines que aún sujetan bien las cervicales, podemos aconsejarle sobre cómo deshacerse de las antiestéticas manchas, olores y manchas amarillentas.
Limpiar las almohadas con zumo de limón
El zumo de limón es un limpiador eficaz, basta con mezclarlo con agua caliente y utilizarlo sobre las manchas de sudor más resistentes. Si puedes lavar el cojín en la lavadora a baja temperatura, unta las manchas con esta solución antes de lavarlo y déjala actuar un rato. A continuación, mételo en la lavadora y acuérdate de secar bien el cojín en la secadora.
Puedes hacer una mezcla de limpieza igual de eficaz con vinagre y bicarbonato de sodio. Mezcla media taza de vinagre con 80 g de bicarbonato, añade agua caliente y remueve. Prepare el agua y la mezcla en una olla grande, sumerja completamente la almohadilla y déjela en la solución durante unas horas o toda la noche. A continuación, lávela siguiendo las instrucciones de la etiqueta.
Puedes aumentar el efecto blanqueador añadiendo unas gotas de aceite de malalea (aceite del árbol del té) a una mezcla de bicarbonato sódico y agua caliente. Vierte la mezcla en un pulverizador, aplícala sobre las manchas y déjala actuar. Las compresas seguirán oliendo bien sin lavarlas, basta con secarlas bien.
El cuidado de los cojines empieza con la compra
Recuerde que sólo el lavado a altas temperaturas puede eliminar los ácaros y microorganismos nocivos. Elija cojines que puedan lavarse en lavadora a un mínimo de 60 °C. Ventila tus cojines regularmente al sol y lávalos a fondo al menos una vez cada 3 meses.
También puedes lavar almohadas con relleno natural (plumas, lana). Pero necesita un detergente sin enzimas, una velocidad de centrifugado baja y un secado a fondo en la secadora. El secado natural no es eficaz.