Pica la cebolla en un tarro para hervirla, añade una especia y vierte miel: ¡los jarabes de farmacia pueden esconderse!

El jarabe de cebolla es una de las formas más populares de reforzar la inmunidad y combatir la gripe y la tos.

Merece la pena enriquecer la mezcla clásica con ingredientes adicionales.

Con ellos será aún más eficiente y mucho más sabroso.

El portal smakosze aconsejó una forma de preparar un sirope de cebolla aún más eficaz y delicioso.

Cuando tengamos un resfriado y no queramos correr a la farmacia, podemos recurrir a las recetas naturales de eficacia probada de nuestras abuelas.

La base del botiquín natural es el jarabe de cebolla.

Es una bomba vitamínica rica en oligoelementos como el zinc y el hierro.

Entre otras cosas, es a estos ingredientes a los que el jarabe debe su efecto bactericida y también alivia la tos.

También puedes utilizarlo como una especie de ungüento para lubricar la zona alrededor de la nariz, ya que ayudará a eliminar las bacterias y acelerará la recuperación tras un resfriado.

Cómo preparar el sirope de cebolla

Hay disputas sobre qué ingredientes añadir a este jarabe para que sea eficaz y al mismo tiempo tenga un sabor aceptable.

En lugar de azúcar, también merece la pena utilizar miel, cuyo componente -el propóleo- ayuda además al organismo en la lucha contra las infecciones.

Ingredientes:

1 cebolla grande

medio vaso de miel

pimienta negra molida

unos granos de pimienta negra entera

Procedimiento:

Partir la cebolla por la mitad y cortarla en dados lo más pequeños posible.

Seleccione un tarro de un cuarto de galón de un tamaño tal que las cebollas cortadas lo llenen fácilmente.

Llene el recipiente hasta la mitad y espolvoréelo con media cucharadita de pimienta negra molida.

A continuación, ponga en capas el resto de las cebollas, añada de nuevo media cucharadita de pimienta y después unos granos de pimienta negra entera.

Vierta miel líquida sobre las cebollas hasta llenarlas hasta la mitad, cierre el tarro y déjelo en un lugar fresco y alejado de la luz solar directa durante al menos 10 horas.

Pasado este tiempo, las cebollas soltarán su jugo y el almíbar estará listo para usar.

Cebolla y laurel

La experiencia con este sirope casero es muy buena, así que no dudes en probarlo.

Se acabó el picor de garganta y la tos seca o húmeda.

Todas las molestias desaparecerán rápidamente y pronto estarás en forma.

Este jarabe también limpia los pulmones y las vías respiratorias.

Necesitamos:

1/2 kg de cebolla

2 dl de agua

3 – 4 hojas de laurel

250 g de miel

Procedimiento:

Pelar la cebolla por la piel superior (se puede dejar la inferior) y cortarla en cuartos.

Colocar en una cacerola y cubrir con agua.

A continuación, añadir las hojas de laurel y poner al fuego.

El laurel neutraliza el aroma dominante de la cebolla, pero ésta no es la única función del laurel.

Dejar cocer todo a fuego lento durante 1 hora aproximadamente.

Rellene el agua cuando se evapore.

Transcurrido el tiempo de ebullición, colar la decocción por un colador grueso.

Cuando el líquido se haya enfriado, añadir 250 g de miel.

Vierte esta mezcla natural en un tarro de cristal, ciérralo con una tapa y refrigéralo.

Tome 2 cucharadas de este jarabe natural 3 veces al día.

Bébelo durante 3 días o hasta que se gaste.

Ya debería sentir alivio después del primer día.

La cebolla es un ingrediente popular en los jarabes caseros por sus propiedades antivirales y antibacterianas.

El zumo de cebolla puede ayudar a diluir la mucosidad y facilitar la expectoración.

He aquí otras formas de aprovechar los efectos de la cebolla.

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